Este viernes llega a los cines la película “El caso Ángelus. La fascinación de Dalí”, dirigida por Joan Frank Charansonnet, y aprovechamos para entrevistar al actor Ricard Balada que interpreta a un joven Dalí en esta producción de Patchouli Films y Vivir Rodando.
Os dejamos con nuestra entrevista a Ricard Balada:
– ¿Cuál fue tu primera impresión, pensamiento, reacción, cuando te ofrecieron interpretar a un artista universal como Dalí de joven?
– Al principio me daba respeto, pero poco a poco me di cuenta que era una oportunidad y un desafío el interpretar a una persona real y reconocida mundialmente. También tuve la intuición de que yo mismo podría encontrarme en un momento parecido en el que estaba Dalí entonces, empezando a trabajar en Europa y abriéndome puertas en el mercado internacional. Me ilusionaba mucho ese punto de partida. Durante el proceso de creación, descubrí que ponerme en la piel del genio durante su juventud me abría la puerta a muchas posibilidades, sobre todo porque él todavía estaba buscando el personaje que luego fue.
– La película El caso Ángelus está basada en la obsesión de Dalí por el cuadro de Millet, El Ángelus, ¿cómo te has documentado para tu personaje?
– El proceso ha sido bastante largo e intensivo y no quiero aburrirte con esto, he intentado volcarlo todo en la interpretación y ojalá se refleje. Tengo que confesarte que durante un mes tuve una relación muy intensa con una fotocopia plastificada del cuadro de Millet, para convivir con esa obsesión que tenía Dalí con esta obra. También fui a pasar unos días en el Empordà para experimentar la Tramontana. Leí que estos vientos tan fuertes típicos de la zona moldean la personalidad de los habitantes, y quería sentirlo en primera persona.
– ¿Cómo has trabajado sus peculiaridades físicas y de carácter? ¿Cambia mucho para un actor tener a “su modelo” real para la interpretación?
– Cambia muchísimo, porque absolutamente todos tenemos una imagen de él, y por muy creativo que quisiera ponerme tenía que respetar eso y que tuviera una conexión con el personaje surrealista que tenemos en mente. Trabajé el acercamiento al artista en tres niveles: desde la imagen universal y extravagante que tenemos de él, desde mi punto de vista y lo que me transmitía, y desde el punto de vista del director. Al interpretar la versión joven del protagonista, fui el máximo de días al rodaje para empaparme, buscar puntos de conexión expresivos y que tuviera sentido ese paso del tiempo. Fue en las pruebas de peluquería, maquillaje y vestuario donde realmente me di cuenta que lo más importante es el trabajo en equipo, el personaje lo construimos juntos.
– ¿Cuál es el dato o descubrimiento sobre Salvador Dalí que más te ha impactado?
– Que no es el primer Salvador de su familia, heredó el nombre de su hermano primogénito que falleció 9 meses antes de nacer él. Cuando Dalí tenía 5 años, sus padres lo llevaron a la tumba de su hermano fallecido y le dijeron que él era su reencarnación. Conocer este dato me impactó mucho y me ayudó a entenderlo un poco más. Descubrí que se pasó gran parte de su vida demostrando que él era el auténtico Salvador Dalí, ya que en su infancia tuvo una crisis de identidad pensando que era una especie de copia de su hermano muerto. Decía que el fantasma de su hermano le ha perseguido toda su vida. Y en su obra artística observamos referencias constantes a él y una obsesión con el cuadro de El Ángelus de François Millet con muchas versiones y reinterpretaciones. Cuanta más información de su vida y de su obra artística descubría, más empezaba a encontrar una interconexión y un sentido a todo.
– ¿Cómo has trabajado la construcción de tu personaje, siendo real, para la película?
– Desde hace un tiempo, he empezado a preparar cada personaje de la misma manera analítica que utilizo para evaluar quién soy y cómo me encuentro en cada momento de mi vida. En este sentido tuve que crear una estructura invisible, tratar de encontrarle internamente una conexión con su devoción por la pintura y su obsesión con el Ángelus de Millet. Esa arquitectura efímera es la que arma mi aproximación al personaje. Luego, además, estaba el intentar entenderle o replicar sus manierismos, pero cuando él era joven no era tan fácil filmarse, era el inicio de las cámaras de cine no profesionales, por lo que hice caso a mi director cuando me dijo, siendo un fan absoluto del pintor: “Ricard, deja de intentar entender a Dalí, yo llevo toda la vida intentándolo y aún no lo he entendido. Haz tu propio Dalí”.
– ¿Qué conclusiones y reflexiones te ha dejado tu interpretación en esta película?
– Que lo bonito de este trabajo, además de contar historias, es darte el tiempo y la oportunidad de encontrar los puntos de unión con todo tipo de seres humanos, aunque te puedas sentir, a priori, en sus antípodas o te puedan abrumar por su fama, por su genialidad, por su extravagancia. También he aprendido, más que nunca hasta ahora, que el cine es un trabajo en equipo, coral, y que, aunque seamos los actores y actrices los que damos la cara, solo es posible con todo el talento que existe detrás de la cámara. Además, he aprendido muchísimo sobre la Edad de Plata y estoy absolutamente fascinado de lo avanzada que era la sociedad en esa época. Es una cura de humildad pues, como jóvenes pensamos que estamos constantemente en la cresta de la ola, y te das cuenta que entonces nos daban mil vueltas.
– ¿Cuáles son tus proyectos posteriores a su estreno, o en paralelo?
– Actualmente, tengo pendiente de estreno un documental producido en Reino Unido y rodado en Andalucía sobre el cambio climático, donde soy el narrador y entrevistador, además de mi participación en la serie A MUERTE de Atresplayer. A principios del 2025, empezamos el rodaje de un largometraje de producción catalana y el 2 de diciembre Bach en violín y un servidor en el Teatro del Barrio (Premio Nacional de Teatro 2024).
Por otro lado, estoy focalizado en seguir expandiendo mi carrera internacionalmente y el trabajo conjunto de mis representantes ingleses con mis representantes españoles me están dando acceso a pruebas increíbles, así que estoy trabajando muy duro mi inglés para poder interpretar personajes más allá de mi nacionalidad.