Nos informan que se está rodando en Madrid la película “Somos reyes” bajo la dirección de José Luis Martínez y con un reparto formado por Julio Vélez, Sonia Jávaga, Daniel Ouro, Fernando Santos, Carlos Cabra y Alma Bruno. Se trata de una producción independiente de Meta Noia Productions.
“Con esta película, queremos ofrecer un retrato crudo y auténtico de los efectos alienantes del poder y el dinero, particularmente en el contexto de la jerarquía implacable que se forma en torno al tráfico de drogas. Nuestra historia no es simplemente una narración sobre el crimen y la violencia, sino un análisis profundo de cómo las estructuras familiares y sociales, las leyes y la búsqueda constante de poder deterioran la humanidad de aquellos atrapados en este sistema”, cuenta su director.
¿De qué irá?
SOMOS REYES es una historia visceral ambientada un pueblo cercano a la Cañada Real, uno de los suburbios marginales de Madrid marcados por el narcotráfico y la delincuencia.
La trama se centra en una familia criminal liderada por un patriarca implacable, cuya influencia y control sobre el negocio de la droga son incuestionables. Mientras enseña a su nieta Ana los crueles principios de su reinado, sufre una traición y enfrenta la muerte. A su vez la familia lucha por mantener su legado.
Los hijos del patriarca, Olga, Jero y Óscar, se encuentran en encrucijadas morales y de poder. Olga, cansada de la violencia y con el deseo de una vida mejor, sobrevive a la dura realidad de su familia y a sus propios demonios enfrentada a su tirano padre y a sus propios hermanos.
Jero y Óscar, cada uno con su propia lucha interna, deben decidir si seguir los pasos de su padre o buscar su propio destino. En este entorno Olga está decidida a no permanecer en el mismo camino.
La historia se desenvuelve en un torbellino de emociones y conflictos, donde las decisiones de cada personaje los llevan por derroteros cada vez más oscuros y peligrosos.
Con giros inesperados y revelaciones impactantes, SOMOS REYES es una exploración profunda de la lealtad, la ambición y la brutalidad inherente al poder.