ENTREVISTA A JOSÉ MARÍA FLORES, DIRECTOR DEL CORTOMETRAJE “LA COMPAÑÍA”

En este artículo entrevistamos a José María Flores, director de uno de los cortometrajes españoles más destacados del año. “La compañía“, rodado en Cáceres, nos presenta una historia que atrapa al espectador desde el primer momento con un plano secuencia que no deja a nadie indiferente.

Os dejamos con nuestra entrevista al director José María Flores:

– ¿Dónde se rodó el corto y durante cuántas jornadas?

– Rodamos en Cáceres capital. En principio íbamos a rodarlo en seis jornadas, ya que teníamos un problema grande al ser un exterior tan enorme: Queríamos rodar en una vía muy larga y de cuatro carriles, donde era prácticamente imposible controlar la luz, y esto hacía que tuviéramos solo 45 minutos reales efectivos de filmación al día, el atardecer, momento en que la luz era homogénea y se podía conseguir un rácord de luz creíble. Pero al final, por tema de permisos, y de que la que estábamos cortando era una de las arterias principales de Cáceres, conseguimos solo 3 días para rodar. Estuvimos valorando seriamente si jugárnosla o no, era muy arriesgado hacerlo en la mitad de tiempo, pero al final saltamos al vacío y salió bien. Eso sí, ensayamos muchísimo las coreografías de movimiento en un parking y en la propia localización; gracias al increíble esfuerzo y concentración de todo el equipo lo conseguimos, si no, hubiera sido imposible levantar esa puesta en escena tan arriesgada, con los más de 100 extras, la steady, la grúa, los planos aéreos, el fuego, el humo, la música en directo, etc. Fue un reto, la verdad. El nivel de concentración que tuvimos todos en ese rodaje fue impresionante.

– ¿Qué te inspiró para escribir esta historia tan original?

– Es una mezcla de varias cosas. Por un lado, tuve un accidente grave de coche hace años, volvíamos de una fiesta y la persona que iba conduciendo se salió de la vía y chocó a mucha velocidad en una calle urbana. Cuando desperté el coche estaba lleno de humo. Y recuerdo que lo primero que vi fue un grupo de transeúntes que observaban curiosos desde fuera del coche, pero no hacían nada por ayudarnos. Esa imagen se me quedó grabada. Por otro lado, vengo de hacer varios proyectos más “cerebrales o ingeniosos” y me apetecía hacer algo emocional, algo que te hiciera sentir de verdad, que te erizara la piel. Siempre me han gustado los relatos que consiguen hablar los temas que para mí son importantes como el amor, la muerte, la esperanza, etc. y que consiguen, además, hacerlo de una forma poética como lo conseguían Bradbury o Poe, a los que amo y por los que estoy claramente influenciado… El hablar de estos temas universales para el ser humano creo que es uno de los motivos por los que el cortometraje está teniendo un recorrido internacional tan potente.

– ¿Por qué rodarla en un plano secuencia?

– De nuevo, por la emoción. En las primeras versiones de guion no estaba planteada una puesta en escena así, pero poco a poco, me fui dando cuenta de que la mejor manera de hacer que el espectador no pudiera “huir a través del corte” era obligarle a estar ahí, en tiempo real, viviendo el drama que los personajes viven, junto a ellos. Ahora me alegro de haber tomado esa decisión, creo que la historia no funcionaría igual y no llegaría a las mismas cotas emocionales rodado de otra manera. Creo que, en este caso, el plano secuencia ayuda a dejarte clavado a la historia y a los personajes a pesar de las dificultades que supuso.

– De todos los premios que habéis ganado hasta ahora, ¿cuál te ha hecho más ilusión y por qué?

– Todos hacen mucha ilusión, la verdad. Personalmente, los de “mejor cortometraje” son los que más contento me ponen porque de alguna manera siento que se ve reflejado el trabajo de las casi de 200 personas que se metieron en este jaleo y que confiaron en mí a pesar de la locura que suponía. También ganar un “Clase A” como Moscú fue un punto, ya que no lo esperábamos y prácticamente estábamos arrancando la distribución. Nos alegra y nos sorprenden mucho los reconocimientos en festivales internacionales “top” en lugares tan dispares como el de Edimburgo o Sapporo, en Japón. Y por supuesto, estar cualificados para los Oscars nos hace mucha ilusión evidentemente, nos encantaría poder representar a España en los premios de la academia de Hollywood sería un orgullo para nosotros. También estamos cualificados para los Goya que están a la vuelta de la esquina, veremos qué ocurre.

– ¿En qué estás trabajando ahora?

– Estoy trabajando en primer largometraje. No puedo hablar mucho de ello aún, pero es una historia que me encanta, incluso más potente y emocional que “La Compañía”. Creo que si conseguimos materializarla va a ser una película que va dar que hablar.

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