Ayer se clausuró la 52º edición del Festival Internacional de Cine de Huesca, calificador para los Oscars y para los Goya, y entre su palmarés encontramos premios para los cortos españoles “La gran obra”, de Álex Lora, Danzante Iberoamericano ‘Cacho Pallero’; y “Aunque es de noche”, de Guillermo López, premio al mejor guion.
El cortometraje irlandés Calf de Jamie O’Rourke; el mexicano La cascada, de Pablo Delgado y la coproducción de Irán y Reino Unido A move se han alzado con los Premios Danzante del 52º Festival Internacional de Cine de Huesca. Estas producciones se han impuesto en los concursos internacional, iberoamericano y documental respectivamente, consiguiendo así un premio en metálico de 5.000 euros y la preselección directa para los Oscar, gracias a que el certamen altoaragonés es uno de los seis en España que califican directamente para estos galardones.
El jurado del Concurso Internacional encumbra con su máximo reconocimiento a Calf de Jamie O’Rourke por un guion sorprendente que permite al espectador avanzar hacia una reflexión sobre la justicia, sobre la violencia y considerarlo técnicamente brillante, con una narrativa que permite cuestionar desde el cine la realidad, además de tener un guion redondo que respeta la estructura del cortometraje con una fotografía y una actriz Isabelle Connolly excepcionales.
El Premio Danzante Internacional de Animación es para Matta und Matto, dirigido por Bianca Caderas y Kerstin Zemp, de Suiza, por abordar temas como la dependencia, la necesidad de contacto humano usando el arte de la animación, para crear una realidad surrealista y absurda que actúa como una metáfora de nuestra condición humana.
La Mención Valores Humanos ‘Francisco García de Paso’ es para la coproducción de Francia y Bélgica Pavane, por ser un cortometraje que muestra los desafíos sociales, no solo desde la lucha, sino dándole valor a lo humano y la cultura popular.
Los cineastas Nata Moreno, de España y João Gonzalez, de Portugal, así como Eric Roux, presidente de la asociación “Sauve Qui Peut le Court Métrage” (entidad encargada de organizar el Festival de Clermont-Ferrand), encargados de decidir el palmarés en este apartado, han incluido también una Mención Especial para el cortometraje filipino Cross my heart and hope to die de Sam Manacsa, por ser un cortometraje que tiene una puesta en escena que genera un universo particular y original al servicio de la narración.