El director y guionista español Víctor Erice, Premio Nacional de Cinematografía y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, recibió el Premio Luis Buñuel de la 52ª edición del Festival Internacional de Cine de Huesca. “Me siento muy honrado por recibir este premio que lleva el nombre de uno de los más grandes directores de la historia del cine, Luis Buñuel, aragonés universal”, ha dicho en el Teatro Olimpia de la capital oscense, en medio de nutridos aplausos.
El laureado director que ha marcado a generaciones de cineastas, ha admitido una épica personal en torno suyo que difunde la prensa y la publicidad, pero ha querido subrayar lo que Luis Buñuel significa, “sobre todo para mí, como ejemplo moral, ya que él decía siempre que no podía dar consejos sobre la técnica de hacer películas, pero recomendaba a cualquier cineasta, que emprendiera la dura tarea del cine, que nunca traicionara sus ideas morales; en esto Buñuel, toda su obra, es un ejemplo moral, y yo lo quiero recordar en estos tiempos que sienten disociar la moral del oficio de cineasta”.
Tras recibir el Premio Luis Buñuel de manos de la directora del certamen, Elena Rasal y del presidente de la Fundación del festival, Manuel Avellanas, el autor de El espíritu de la colmena (1973), un título clave dentro de la denominada “Nueva Ola Española”, El sur y El sol del membrillo ha presentado su último filme Cerrar los ojos. “A modo de leyenda épica, se ha insistido que esta es la primera película que hago en 30 años, pero no es tal, porque yo doy tanta o similar importancia a los cortometrajes, instalaciones, videos, que he hecho durante todo este tiempo, es decir que desde el cómputo que establece el audiovisual parece que solo cuenta o debe de contar la experiencia desde el largometraje, o lo que tiene cifras detrás, pero para mí, en mi actividad como cineasta he dado y doy tanta importancia a los cortometrajes que he hecho como a los largos; vaya esto en honor a este festival que los tiene como sello de distinción”, ha remarcado.
En cuanto a la película, ha referido que Cerrar los ojos se estrenó hace un año en Cannes, y va haciendo su recorrido por todo el mundo. “Para una película española con las limitaciones que este hecho suscita, dificultades de financiación, distribución, de exhibición, creo que el resultado es muy positivo, porque me he encontrado con distribución comercial en Francia, Reino Unido, Japón, Estados Unidos, sin referirme a asistencia a festivales, lo cual es importante en estos tiempos difíciles para la asistencia a salas de cine”, ha declarado.
Se manifestó defensor de la sala de cine, pese a que sea calificada por las grandes corporaciones como una especie de nicho y ha afirmado que exige a los distribuidores internacionales que su último filme sea exhibido en salas por lo menos una semana y que el público espectador pueda apreciarla en pantalla, como ha podido hacerlo el público de Huesca.