La pistola de mi hermano (1997) fue la Ópera Prima del escritor Ray Loriga, adaptando su propia novela Caídos del cielo, donde nos encontramos con algunos excelentes diálogos que pueden parecer absurdos pero tienen mucho mensaje dentro de ellos. Por ejemplo, en una de los diálogos el personaje principal habla con la chica de que a veces tiene miedo de hacer el ridículo cuando ríe, con su peinado, por su forma de andar y piensa si no será todo por culpa de la televisión. A la mañana siguiente coje una silla y rompe la TV.
La película nos la tranquila vida de dos hermanos que viven con su madre, su padre murió siendo ellos niños, hasta que el mayor, un adolescente un poco raro que apenas come y habla con la gente, coge la pistola de su padre, sale a la calle con ella, entra en un supermercado donde compra un cómic pero el guarda de seguridad le pide el ticket y al no tenerlo, saca la pistola y le pega un tiro en la cabeza. Al salir corriendo del supermercado, roba el primer coche que encuentra llevándose con él a una joven adolescente que está en la parte de atrás.
La joven pareja en su huída que dura tres días y dos noches tendrán tiempo de hablar y de iniciar una relación que saben no durará mucho. Ella es una chica que acaba de salir del hospital porque se ha intentado suicidar. No se cuentan sus problemas, sólo se dice que pertenece a una familia acaudalada.
Ray Loriga en La Pistola de mi hermano critica la generación adolescente vacía de objetivos y valores, sentenciada en la frase del protagonista: “No soy vago, es que no tengo nada que hacer”.
Además, como se refleja el trabajo de los policías en la película, también encuentro una dura crítica al estamento de seguridad del estado y, como ejemplo, una frase del inspector interpretado por Karra Elejalde cuando manda a sus chicos a la casa del joven asesino: “Sed buenos, no revolváis demasiado, mantenemos a nuestras familias con sus impuestos”.
Como curiosidad, destacar que en la película tiene un pequeño papel la ahora estrella internacional Viggo Mortensen, amigo del escritor y director Ray Loriga.
Por último, mencionar que los actores principales de La pistola de mi hermano no han tenido mucha suerte en cine pues la actriz Amaia Bidasolo no volvió a rodar ninguna película más y Daniel González sólo ha tenido papeles, prácticamente de extra, en títulos como Nada en la nevera, El otro lado de la cama y Hot Milk.