Álex Escudero (La Coruña, 1995) es el director del cortometraje “El crédito”, candidato a Premios Goya y protagonizado por José Sacristán, Amaia Salamanca, Carles Bigorra y Ben Vinnicombe. Escudero ha tenido como productores a Daniel Villanueva, quien está al frente de la productora Ecir Films, de la escuela donde el joven director estudió cine en Reus, responsables de uno de los éxitos del cortometraje español, Timecode, Palma de Oro en Cannes y nominado a los Oscar 2017, además de a Manuel García, prestigioso músico y compositor especializado en electrónica, afiancado en Estados Unidos y autor de su banda sonora. Con seis premios del público y galardones en festivales tan eminentes como el Girona Film Festival y el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, el joven director nos cuenta más detalles sobre su realización.
– “El crédito” ha ganado ya más de 30 premios y ha estado seleccionado en 90 festivales, ¿qué es lo que más te subrayan sobre su éxito?
– Lo que más nos emociona es ver que la respuesta del público es la esperada, incluso a veces supera nuestras expectativas. Nosotros hacemos cine para el público y nos encanta acudir a los festivales y ver cómo el público disfruta y se emociona con nuestra película. Ahí es donde nos decimos “objetivo cumplido”. No es de extrañar, pues, que gran parte de esos más de 30 premios sean premios del público. Nos encanta que sea así, además.
Por otro lado, los festivales suelen “abusar” un poco del género dramático o de denuncia social en sus programaciones. Hemos estado en pases en los que el público, literalmente, nos ha dado las gracias por ofrecerles algo distinto, esperanzador.
– ¿Cómo surgió el proyecto?
– Paradójicamente este guion llevaba escrito desde hacía bastantes años. Incluso había sido premiado en el año 2017. Pero se quedó en un cajón, como tantos otros, en espera de su oportunidad.
Cuando la pandemia frustró mi segundo cortometraje como director, Daniel Villanueva (el productor), Iván Serra (el guionista) y yo decidimos que era el momento de hacer El Crédito.
La historia surge de una experiencia personal de Iván y se reescribió de nuevo hasta prácticamente el día antes de rodar. Estoy muy agradecido a ambos por confiarme este gran guion.
– Imagino la alegría que tuviste al recibir el “sí” de José Sacristán para protagonizarlo. ¿Estuvisteis mucho tiempo de conversaciones?
– Lo de Sacristán se resolvió en una tarde. Estuve bastantes semanas buscando la manera de contactar con él, ya que no tiene representante. En cuanto di con la vía, le mandé el guion a mediodía y a última hora de esa tarde ya me estaba llamando su mujer diciéndome que les había encantado, que lo querían hacer y que les pusiera en contacto con producción.
– ¿Y con Amaia Salamanca?
– Amaia ya estaba dentro. Curiosamente, fue la primera en sumarse al proyecto. Siempre, evidentemente, con la condición de esperar al resto del reparto para dar el sí definitivo. Pero fue la primera, y una sorpresa enorme para nosotros, ya que su papel era muy pequeño. Cuando nos dijo que sí, le pedí a Iván que desarrollase un poco más su personaje y le diese más texto. Ya no por ella, que ya había aceptado, sino por nosotros, por poder disfrutar y aprovechar más su talento. Fíjate como son las cosas que esa reescritura “obligada” le dio mucho más peso y profundidad a un personaje y a una escena que inicialmente pasaban más desapercibidos. En mi opinión, es la escena más emotiva del cortometraje. Mi favorita.
– El reparto se completa con Carles Bigorra y Ben Vinnicombe. Carles en un papel más protagónico, Ben, en un personaje que es crucial para la trama.
– Carles es un actor de un nivel impresionante. Lo conocí rodando otras cosas y en masterclasses que venía a dar cuando estudiaba en la escuela. Siendo un proyecto tan local, vinculado a la escuela, era de justicia poética darle la oportunidad de sentarse frente a frente a Sacristán. Y dio el do de pecho.
Ben es el protagonista de mi primer corto, My World, y es un actor camaleónico. Como director, me da mucha tranquilidad confiar en actores que ya han trabajado conmigo previamente. Sabía que Ben lo iba a hacer muy bien, como así fue, porque en efecto, a pesar de ser un papel pequeño, es crucial en la trama.
– Tus productores son Daniel Villanueva y Manuel García. Daniel, con ECIR Films, productora de la escuela donde estudiaste… Él es el productor de “Timecode”, cortometraje que tiene ya un puesto en los hitos del cine español porque obtuvo la Palma de Oro en Cannes, el Goya, el Gaudí, el Forqué, y sobre todo, porque fue nominado a los Oscar 2017…
– Con Dani hay una relación que trasciende lo profesional. Somos amigos, y eso en el proceso de creación de una película tiene sus partes positivas y sus partes negativas. Pero estoy muy orgulloso de poder decir que es mi productor, porque más allá de su palmarés, es una persona que ama profundamente el cine.
Me siento muy identificado con él en lo personal, igual que con Iván. Así que a pesar de los rifirrafes que puede generar la confianza, es un gusto trabajar con gente así. Me siento un afortunado de que me consideren parte de su equipo. Porque más allá de la amistad, son gente con un talento tremendo.
– Y Manuel es un músico y productor que vive en Estados Unidos, autor de la BSO original. Es un artista con trayectoria, importante. ¿Cómo surgió la relación profesional?
– Manu entró en contacto con Dani con la intención de participar en otro tipo de proyectos justo en el momento en que ‘El Crédito’ comenzaba a coger forma. Digamos que fue una carambola perfecta. Siempre le agradeceré la generosidad y la confianza depositada en mí. Sin él, ‘El Crédito’ no existiría. Es, digamos, la cuarta pata de esta mesa.
Incluso a nivel personal, la relación ha ido un poco más allá de lo meramente profesional, a pesar de que no nos conocemos en persona porque vive en EEUU. Hemos compartido miles de horas de llamadas y videollamadas en este proyecto. Primero, trabajando en la fantástica banda sonora que ha compuesto; y, segundo, con todo lo relativo a la distribución y promoción del cortometraje. Manu es un currante, un profesional con mucha experiencia que te aporta una visión diferente y enriquecedora. Me gusta rodearme de gente así, aunque provengan de otro sector.
