Nerea Torrijos, diseñadora de vestuario del largometraje “Irati”, de Paul Urkijo, ha sido nominada al Goya por contribuir con su detallada estética a crear el mundo medieval propuesto por el director y guionista, quien también opta al premio de la Academia de Cine al mejor guion adaptado. “Irati” está nominada a cinco Premios Goya, sumando a los anteriores los de mejores efectos especiales, para David Heras y Jon Serrano, mejor música original, obra de Aránzazu Calleja y Maite Arroitajauregi “Mursego”, quienes también han creado, junto a Paul Urkijo, la canción nominada, Izena duena bada.
Con algunos de sus dibujos aquí adjuntos, Nerea Torrijos cuenta, a continuación, los detalles de los trajes que ha diseñado para llevarnos hasta el siglo VIII y las leyendas paganas de la antigüedad vasca en las que se basa la película rodada en los magníficos paisajes naturales del bosque que le da título:
“La película consta de tres bloques de color. Los fríos para la fe, de cualquier tipo, son para los personajes cristianos o islámicos, por eso podemos ver que Oneka y su guardia visten turquesas y verdes azulados, por ejemplo. Los cálidos identifican el mundo pagano que todavía sobrevive en Irati. Y los pardos, marrones y tonos tierra representan lo local, lo montañés, lo baskón. En “Irati” hay un gran trabajo de color para poder separar muy bien los diferentes mundos de nuestros personajes y conseguir esa estética tan cuidada.
La protagonista, Irati, está interpretada por Edurne Azkarate. Su diseño tenía que ser algo orgánico, como si fuera parte del bosque donde vive. Ella es salvaje. Sus ropajes parecen hechos de musgo o de pequeños palos entrelazados, para conseguir una capa exterior que le ayuda a camuflarse y pasar desapercibida en dicho entorno. Todo su look es en tonos pardos verdes y colores tierra con un detalle en tonos cálidos en su vestido.
Eneko, el protagonista masculino que encarna el actor Eneko Sagardoy, viste un look un poco romano, porque Paul siempre tuvo muy claro que eso es lo que quería. El túnico que lleva es negro por que los baskones y navarros vestían así en esos siglos. Esta es una información que recogí del Codex Calixtinus, donde lo cuenta un monje que pasó por esta zona en esa época.
Encima del túnico, Eneko lleva un coleto de piel marrón, ya que los tonos pardos son los que representan el arraigo a la tierra y a lo montañés. El coleto tiene, tanto en las lengüetas como en el cuello, las hojas de roble en representación al apodo de Eneko, que un artesano guarnicionero que pude tener en el equipo plasmó a mano, una a una.
Eneko viste una capa azul, ya que este color en la película representa la fe, como apunté antes. Y en este caso, su capa le protege, al igual que su fe en Dios. Su corona y fíbula, hechas en metal, son su insignia familiar, que creamos para la película. Y calza albarcas con polainas de pelo de oveja negra, para el frio. Para acabar, el bordado granate que viste Eneko en su túnico es del color de la futura bandera de la Navarra que el fundará. Lo hicimos como licencia histórica, eso sí, pero me parecía bonito”.