Seguimos con nuestras entrevistas a los nominados a los Premios Goya y en este artículo hablamos con Carmen Córdoba, guionista y directora del cortometraje de animación “Amarradas” que está nominado al Goya. Carmen irrumpió en la industria audiovisual con el corto “Roberto”, que se ganado el corazón de todos los espectadores que lo han visto, y todavía me parece un error tremendo que no lograra una nominación al Goya.
En fin, os dejamos con nuestra entrevista a Carmen Córdoba, directora del cortometraje “Amarradas”, nominado al Goya:
– Tu primer corto, “Roberto”, creo recordar que te costó siete años de tu vida llevarlo a cabo pero todo ha sido más rápido con “Amarradas”, tu esperado segundo trabajo, ¿no?
“Roberto” no sólo fue mi primer corto si no que fue mi primera obra audiovisual. Yo soy ingeniera informática y me metí en la aventura de dirigir y producir un cortometraje de animación sin ninguna experiencia previa y sin dinero. Lo que me sorprende pensándolo ahora que he pasado todo el proceso es que fuera capaz de terminarlo (risas), pero la pasión y la cabezonería me hicieron seguir adelante, y tuve la suerte de ir encontrando a locos como yo que se unieron al proyecto y me ayudaron a llevarlo a buen puerto. Además de todo lo que aprendí con “Roberto”, el éxito que tuvo a nivel de festivales nos ha permitido conseguir la financiación de “Amarradas” antes de comenzar la producción, con la tranquilidad que eso nos ha dado a la hora de planificar la producción y montar el equipo.
Además el uso de ciertas tecnologías nos ha permitido rebajar los tiempos de producción.
– Contra todo pronóstico, y eso que era uno de los grandes favoritos y había ganado más de 100 premios, tanto en festivales nacionales como internacionales, “Roberto” se quedó fuera de los cinco finalistas a los Goya. Ahora con “Amarradas” sí has conseguido este logro, ¿cómo recibiste la noticia de la nominación y cómo estás preparando la gran noche del cine español que se celebrará el 11 de febrero en Sevilla?
La verdad es que me ha hecho muy feliz que la nominación haya llegado con “Amarradas”, un cortometraje muy personal y muy especial para mí. Estaba muy nerviosa y decidí ir a clase de yoga en vez de pasarme la mañana comiéndome las uñas. Así que apagué los datos del móvil y me enteré cuando volví a casa y mi marido me recibió descorchando una botella de cava (risas). Fue super emocionante, me puse a chillar y a saltar como una loca, y luego a compartir la alegría con el resto del equipo y compañeros. Nunca olvidaré ese día.
Todavía no he pensado mucho en la noche del 11 de febrero, ya que estas semanas están siendo una locura de eventos y proyecciones, pero ya tengo vestido (que estoy deseando enseñaros) y de vez en cuando me repito mentalmente que voy a estar en la gala de los Goya; así como para empezar a creérmelo.
– Si la historia de “Roberto” tenía parte de autobiográfica, con “Amarradas” abres más tu alma y cuentas cómo cambió tu vida la triste noticia de la enfermedad terminal de tu madre y el nacimiento de tus mellizos…
“Amarradas” no cuenta mi historia pero se nutre de muchas cosas que he vivido en los últimos años. La principal, el detonante de este cortometraje, es efectivamente el solapamiento en el tiempo del nacimiento de mis hijos y la enfermedad y muerte de mi madre. Eso fue lo que me sacudió la vida de arriba abajo y me generó la necesidad de compartir los sentimientos y las reflexiones que me habitaban. El motor de “Amarradas” es el amor, admiración y gratitud hacia mi madre. También refleja cómo he vivido mi propia maternidad y el proceso físico tan hermoso e increíble que ha transitado mi cuerpo.
Con “Roberto” perdí el miedo o el pudor a exponerme, porque la respuesta del público fue tan bonita que me hizo comprender que cuando te abres de verdad es cuando el mensaje llega a los demás y genera una conexión mágica. Cada persona recibe la historia que cuentas de una manera propia, según sus circunstancias y lo que ha vivido, conectando y completando tu obra de una manera única. Pero también hay más lugares comunes de lo que creemos. Con matices, por supuesto, pero todos vivimos experiencias muy parecidas a lo largo de la vida, y es la forma de abordar estas experiencias lo que da una personalidad propia a cada historia.
– Aunque visualmente “Amarradas” sea muy diferente de “Roberto”, en ambos cortos haces un tratamiento del cuerpo muy especial que se aleja de los cánones de belleza convencionales, ¿por qué?
No sé tú, pero yo estoy harta de ver cuerpos perfectos en los medios, o de que cuando aparecen cuerpos imperfectos normalmente lleven asociados un tratamiento o intencionalidad feísta.
Aunque la relación con mi cuerpo haya sido tormentosa, siempre he visto mucha belleza en el cuerpo de los demás y, especialmente, en sus peculiaridades o supuestas imperfecciones. Inesperadamente la maternidad me ha reconciliado con mi propio cuerpo, y he vivido con mucha felicidad la increíble transformación que ha sufrido para albergar primero y alimentar después a mis hijos. En “Roberto” se aborda este tema de lleno y lo escribí antes de quedarme embarazada. En “Amarradas” es un tema de fondo que aprovechamos para plasmar en cada ocasión, desde el diseño de personajes hasta la naturalidad con que mostramos los desnudos, el parto o la lactancia.
Siento que los creadores tenemos una responsabilidad con el público en este sentido y tenemos que pensar en los mensajes que estamos transmitiendo en cuestiones de representatividad e inclusión.
– ¿Qué técnicas de animación has utilizado en “Amarradas”?
En “Amarradas” quería hablar de temas muy delicados y complejos: de la vida, de la muerte, de la evolución del vínculo madre e hija a lo largo de la vida y del proceso de separación que trae el comienzo de la etapa adulta. Desde el principio sentí que la propuesta debía ser muy honesta y respetuosa con el espectador lo que me pedía una estética sencilla, fresca y poco artificiosa. Por eso nos decidimos por el 2D para conseguir un acabado hecho a mano y muy gráfico en el grueso de la producción, bajo la dirección de arte y de animación de José Manuel Palenzuela. Además de la animación tradicional hemos incluido otras técnicas de animación por “exigencias del guion”.
Mi participación en el workshop de NextLab me permitió utilizar técnicas de VR (Realidad Virtual) para explorar narrativa y visualmente la escena que hemos bautizado como el “parto cósmico”, y en la fase de producción optamos por utilizar animación 3D para aterrizar esta exploración y conseguir una identidad visual propia para los planos que se desarrollan en el universo. Trabajo maravilloso que estuvo a cargo de Toni Mortero. Y por último hemos empleado stop-moption para darle una textura más tangible a un elemento de gran peso narrativo: la manta de croché que teje Madre y que simboliza el concepto del legado.
– El año pasado se anunció que dirigirás el largometraje de animación “Un mundo propio” con producción de Nico Matji, ¿cómo va este proyecto que ya tiene cerrada varias patas de su financiación?
El desarrollo del proyecto está terminado y este año esperamos completar la financiación para comenzar la producción entre finales de 2023 y principios de 2024. “Un mundo propio” cuenta la historia de una joven provinciana de familia acomodada que decide ser pintora en 1929. Vamos a trasladar a los espectadores al Madrid deslumbrante de una época donde todo era posible, y donde convivían (y chocaban) los vestigios de una sociedad tradicional con la modernidad que venía de la mano de intelectuales y artistas. Es un proyecto precioso que estoy deseando que comience la producción.
– Sin embargo, en varias entrevistas también has comentando que te gustaría adaptar al largo “Amarradas”, ¿cuéntanos algo más sobre esta idea?
Este año quiero centrarme en la escritura de un largometraje que siga explorando el universo de “Amarradas”. Hay muchos temas que no he podido desarrollar en el corto por la limitación de metraje, pero que me siguen visitando y que me apetece explorar. La maternidad me ha hecho revisar mis experiencias como mujer desde otra perspectiva más crítica, y ahora mismo me siento muy conectada con mis emociones y con mi condición de madre y de hija. Me encuentro en un estado en el que siento que lo mejor que puedo hacer es escribir sobre todo esto.
– ¿Nos podrías recomendar algunos cortos de animación españoles que te hayan gustado mucho de los últimos años?
La verdad es que cada año la producción de cortos de animación aumenta en cantidad y calidad, y España está convirtiéndose en un referente a nivel mundial. Además de los otros 4 cortos nominados este año en los Premios Goya, resaltaría por ejemplo “Leopoldo el del bar”, de Diego Porral; “Homeless Home”, de Alberto Vázquez; “The Monkey”, de Xosé Zapata y Lorenzo Degl’Inoccenti; y “Jíbaro”, de Alberto Mielg,o entre muchos cortos maravillosos.
– Y, para terminar, ¿ya tienes preparado un discurso por si leen tu nombre en la gala de los Premios Goya (risas)?
¡Por supuesto! (risas). Es precioso imaginar que podría dar ese discurso el próximo 11 de febrero y estoy saboreando esa posibilidad. De momento sólo son ensayos en mi cabeza pero pronto me pondré a escribirlo, sobre todo para conseguir reducirlo a un minuto, como nos piden desde la Academia. Es complicado decir todo lo que quiero decir en solo un minuto, así que tendré que prepararlo para que no me traicionen los nervios.