Seguimos informando sobre rodajes porque el pasado 13 de diciembre finalizó el del largometraje “Justicia artificial” (título provisional), bajo la dirección del coruñés Simón Casal, un thriller político con tintes de cine negro situado en un futuro cercano que plantea el dilema moral entre mente humana versus inteligencia artificial en el ámbito de la administración de justicia. Su grabación, que arrancó el 24 de octubre, se ha desarrollado en su mayor parte en Galicia, principalmente en A Coruña, aunque también se ha rodado en otras localidades, como Ferrol, Ponteceso, Monfero, Irixoa, Cambre, Laracha o Oleiros, siendo una de las localizaciones más importantes el Parador da Costa da Morte, en Muxía.
En su reparto destacan Verónica Echegui (Historias para no contar, Donde caben dos) que da vida a Carmen Costa, una jueza que personaliza el conflicto en torno al que gira la trama: ¿puede la inteligencia artificial sustituir a la inteligencia humana a la hora de administrar justicia? Completan el reparto Alberto Ammann (Narcos, Celda 211) en el papel de Alex, Tamar Novas (El juego de las llaves, Un otoño sin Berlín) en la piel de Brais y Alba Galocha (La Zona, El hombre de las mil caras) como Alicia Kóvack.
Se trata de una producción de JUSTICIA ARTIFICIAL A.I.E, TORNASOL MEDIA, ABANO PRODUCIÓNS (España) en coproducción con UKBAR FILMES (Portugal), que cuenta con la participación de RTVE y PRIME VIDEO, y el apoyo de ICAA y AGADIC. A Contracorriente Films distribuirá la película en España.
¿De qué va?
El gobierno español anuncia un referéndum para aprobar un sistema de Inteligencia Artificial en la Administración de Justicia que promete automatizar y despolitizar la justicia sustituyendo, en la práctica, a los jueces y juezas en todos los tribunales del país.
El referéndum desata una encarnizada campaña electoral en la que se enfrentan el Gobierno, en alianza con la tecnológica creadora del sistema, y la carrera judicial, que defiende el carácter humano de la justicia.
Carmen Costa, una reconocida jueza, es invitada a trabajar en el desarrollo del proyecto, pero la repentina desaparición de Alicia Kóvack, creadora del sistema, provoca una gran desconfianza en ella, hasta el punto de entender que está descubriendo la punta del iceberg de una conspiración que pretende controlar, desde la justicia, a todo un país.