Seguimos informando de cortometrajes y ha llegado el momento de destacar que “The road bad and the place dark”, de Borja Larrondo, es una de las 10 películas seleccionadas por la Academia de Cine para optar a la nominación al Premio Goya al Mejor Cortometraje Documental. El cineasta se ha sumergido en la oscuridad de varios hospitales de guardia de Sierra Leona en los que profesionales aferrados a su vocación como Héctor Álvarez -especialista sobre el terreno en territorios de conflicto o crisis perteneciente a Médicos del Mundo- sacan partido de tenues haces de luz para salvar la vida a enfermos heridos o ayudar a madres jóvenes a dar a luz.
Esta historia de valentía y tenacidad rodada con un halo de poesía visual y que cuenta con el espíritu y la mirada avezada de foto reportero de su director, se estrenará en Filmin el próximo 18 de noviembre.
Antes de lograr acceder a la selecta short list de la Academia, The road bad and the place dark ha recorrido numerosos festivales de prestigio internacional. Su première tuvo lugar en 2021 en la Sección Oficial del Festival Internacional de Cine de Rhode Island de Flickers, certamen calificador para los Premios Oscar y los European Film Awards.
Además, el film cuenta con el Premio a la Mejor Fotografía del Festival Internacional de Cine Documental Thin Line y ha competido en las Secciones Oficiales del ShortsShorts Film Festival de Japón, en el Festival de Cine Fugaz y en el OFF. Odense International Film Festival.
Para su director, “hacer documentales supone dotar de mayor realidad asuntos que muchas veces el mundo prefiere ignorar. Este trabajo va de dar luz a aquella realidad que se ha dejado a su suerte, a oscuras. De sentir y comprender todo aquello que configura nuestra existencia, la de millones de personas. Con esta candidatura, hoy su difusión y visibilidad es mayor que nunca, y las voces y problemática de sus protagonistas se revelan más cercanas a las nuestras”.
¿De qué va?
Sierra Leona es el segundo país más pobre del mundo. Tras superar una de las guerras civiles más duras y cruentas, en 2014 tuvieron que enfrentarse a una de las epidemias más devastadoras que se recuerda, el Ébola. Las consecuencias de aquellos horrores terminaron apagando la chispa del desarrollo y sumergiendo a la población en una oscuridad total en la que viven desde 1992. La falta de suministro estable de luz es un gran limitante para el desarrollo del trabajo médico, afectando directamente a la esperanza de vida del pueblo sierraleonés. Las imágenes obtenidas forman parte de la realidad encontrada tras guardias en los hospitales del distrito de Koinadugu.
El tráiler: