Antes de empezar esta crítica debo confesar que no he leído la novela, escrita por Torcuato Luca de Tena, que adapta “Los renglones torcidos de Dios“. Sin embargo, acabo de llegar del cine y los casi 150 minutos de duración de esta película se me han pasado volando; lo que demuestra que, una vez más, Oriol Paulo se confirma como el rey del thriller en nuestro país tras “El cuerpo”, “Contratiempo” y “Durante la tormenta”.
El guion de Guillem Clua, Oriol Paulo y Lara Sendim funciona muy bien; aunque quizás haya demasiados giros finales que acaban provocando menos sorpresas en el espectador. Leyendo otras críticas veo quejas sobre el poco protagonismo que se le dan a muchos de los enfermos mentales que sí tenían su peso en la trama de Luca de Tena; pero si la película dura casi 150 minutos, ¿cómo quieren que haya más personajes destacados en la trama?
Si a todo esto se le suma otro gran trabajo de una de las mejores actrices de nuestro país, la magistral Bárbara Lennie, que parece que interpreta fácilmente personajes realmente complicados, llenos de matices, jugando con su cuerpo y sobre todo su mirada -esos ojos cuánto dicen en cada momento y sobre todo en ese plano final-. Además, está secundada brillantemente en el reparto por el infalible Eduard Fernández, por la joven Loreto Mauleón, Javier Beltrán, Pablo Derqui y una serie de figurantes muy bien seleccionados para esta historia que ocurre dentro de un psiquiátrico.
Tampoco nos podemos olvidar de la fotografía de Bernat Bosch, que logra una ambientación magnífica; la música de Fernando Velázquez; y el equipo de arte al convertir una antigua tabacalera abandonada en Tarragona en el psiquiátrico de “Los renglones torcidos de Dios” y los interiores del mismo a partir de una antigua fábrica de coches.
Nota El Blog de Cine Español: 7,5.
Es magnífica. Una película que dura más allá de su proyección porque no puedes parar de pensar en ella tras salir del cine.