Con un Teatro Real Alexandra a rebosar, a las 23:59 horas, de un miércoles, en un país como Canadá poco dado a la nocturnidad, y con 40 minutos de preguntas, saliendo del teatro cerca de las tres de la mañana; en este caso, en una ciudad desierta, por la noche y desconocida, ideal para salir después de ver una película de miedo… Hay que reconocer que el márketing ha estado muy bien pensado…
Balagueró sabe condimentar en “Venus” las pizcas exactas de vísceras, heridas, gritos aterradores, con una belleza visual creando la magia del cine: el dinamismo. Esto obliga incluso al espectador más reacio con el cine de terror a admitir que ha pasado un buen rato viendo esta película de género. Y es que en ella encontramos también suspense y thriller, preguntándonos si Balagueró no debería probar con este género de nuevo – tras la trepidante “Way Down”-.
La producción de Álex de la Iglesia aparentemente fue perfecta, ya que no apareció por el rodaje, dando libertad completa al director, revisando el trabajo únicamente al final, cuando ya estaba todo hecho. De ahí se ve intacto el sello, la imprenta de Balagueró, que ha conseguido con el tiempo hacer una marca con su cine que, por cierto, junto al esencial Almodóvar, es uno de los más exportados en el mundo.
Ester Expósito (Lucía, en la película), atrajo los mayores vítores y aplausos, no solo durante el film por los momentos extremos y épicos que tiene que sufrir, sino también después, durante las preguntas, ya que fue una de las personas más requeridas. Sin duda, su fama internacional gracias, entre otras, a la serie “Élite”, ayuda a dar más visibilidad a esta obra que, esperemos, funcione en las salas de cine. Balagueró lo ha reventado en Toronto y todo apunta a que también lo hará cuando inaugure Sitges.
Un film redondo, se mire por donde se mire, revelando un mundo plagado de una maldad que rampla libremente sin que parezca tener solución.
Nota El Blog de Cine Español: 8.
El infiltrado
Infiltrado, ¿has podido ver también las de Gay y Vermut?
Ganazas!