“VOY A PASÁRMELO BIEN” OCTAVA PELÍCULA ESPAÑOLA EN SUPERAR EL MILLÓN DE EUROS DE RECAUDACIÓN EN CINES

Fin de semana flojo pero gracias a que en verano los días de diario está yendo más público a las salas las cifras de recaudación globales para las producciones en cartelera no son del todo negativas. Así, el musical “Voy a pasármelo bien”, dirigido por David Serrano, se ha convertido en la octava película española en superar el millón de euros de recaudación en cines. Esta producción de Apaches y Sony ha perdido un 43 % de espectadores en su segundo fin de semana en cines añadiendo 215.000 euros a un acumulado de 1.035.000 euros.

Raúl Arévalo (Antidisturbios, Dolor y gloria, La isla mínima) e Izan Fernández (Libertad, el musical El Rey León) en el papel de David adulto y niño respectivamente; la actriz mexicana Karla Souza (Nosotros los nobles, Todos queremos a alguien y la exitosa serie Cómo defender a un asesino) como Layla adulta y Renata Hermida Richards, como Layla niña; Dani Rovira (Mediterráneo, Los Japón, Ahora o nunca, Ocho apellidos vascos) y Rodrigo Díaz interpretan a<> Paco; Raúl Jiménez (El Cover, Tarde para la ira) y Rodrigo Gibaja a Luis y Jorge Usón (Camera Café. La película, Los futbolísimos) y Michel Herráiz en el papel de Fernando “El cabra”.

¿De qué va?

Valladolid. Septiembre de 1989.

David y Layla acaban de empezar octavo de E.G.B. y les gusta mucho Hombres G. También se gustan mucho entre ellos, pero como a David le aconsejan tan mal sus amigos, todas las cosas que hace para conquistarla terminan siempre siendo un fracaso. A pesar de todo, los dos se hacen inseparables y se meten en líos cada vez más grandes, e incluso a veces, cuando están juntos, el impulso de cantar y de bailar las canciones de su grupo favorito es tan fuerte que se ponen a hacerlo en mitad de la calle. Y eso es porque se lo están pasando bien. Muy bien.

Valladolid. Poco más de treinta años después.

David y Layla no se han vuelto a ver desde finales de los ochenta, pero nunca se han olvidado el uno del otro. A Layla las cosas, al menos en lo profesional, no le han podido ir mejor: es directora de cine y ha ganado un Oscar. La vida de David, en cambio, ha sido más normal y ni es famoso ni ha ganado ningún premio. Layla vuelve a la ciudad para recibir un homenaje y los dos pasarán juntos una semana. Durante esos días ya no cantarán y bailarán por la calle, pero se darán cuenta de que los niños que fueron no han desaparecido del todo.

En 1989 y en 2022, los protagonistas de esta historia lucharán con todas sus fueras por no dejar ir a su primer amor.

Y por pasárselo bien.

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