Si el actor Daniel Guzmán nos sorprendió gratamente con “A cambio de nada”, su ópera prima como director, un proyecto que le costó 10 años de su vida, y nos descubrió a un desconocido Miguel Herrán – ahora una estrella internacional gracias a su participación en “La casa de papel-; con “Canallas“, su segundo largometraje como director, vuelve a basarse en historias en parte autobiográficas pero esta vez Guzmán cae en el error de presentar gags ya muy gastados y de otra época: ¿un Vladmimir? Una paja y a dormir.
Como en su primera película, Daniel Guzmán vuelve a apostar por actores no profesionales; pero lo que funcionó una vez no quiere decir que siempre se cumpla. Está comprobado que hacer reír es mucho más complicado que hacer llorar y si encima trabajas con actores no profesionales es aún más complicado. Guzmán juega a recrear historias, la mayoría inverosímiles, protagonizadas por Joaquín González, su amigo de la infancia, pero ni este funciona ni Tosar, que todavía tiene que demostrar que vale para la comedia, ni el propio director-actor que aparece en muchas de sus escenas sonriendo y pasándolo bien cuando, en realidad, las situaciones presentadas en pantalla no deberían provocar tal actitud en su personaje.
Daniel Guzmán no se cansa de repetir en las numerosas entrevistas que está realizando de promoción que ha tardado un año y medio en montar esta película, cuando la media suelen ser tres meses; pero visto el resultado, quizás, debería haber dedicado más tiempo a pulir el guion y a rodar con actores profesionales.
Nota El Blog de Cine Español: 4.