En “La piel en llamas” David Martín Porras toma el riesgo en su primera película como director en España de adaptar una conocida y premiada obra de teatro a narración cinematográfica. Su historia nos presenta a cuatro personajes en dos habitaciones de hotel en un país indeterminado de África.
En una de las habitaciones vemos a una periodista local que entrevista a Frederick Salomon, un fotoperiodista que se convirtió en una estrella mundial al realizar una foto a una niña que salía del colegio justo cuando cayó una bomba en el mismo; mientras en la otra habitación un médico occidental, el Dr. Brown, promete curar a la hija pequeña de una mujer africana a cambio de favores sexuales. Los primeros están interpretados por Óscar Jaenada y Ella Kweku; mientras que los segundos los encarnan un Fernando Tejero y Lidia Nene que protagonizan las escenas más duras y portentosas del guion de Guillem Clua, autor de la obra de teatro original. Sin duda, creo que Tejero nos ofrece su mejor trabajo desde hace muchos años en cines; y lo vuelve a lograr con una película a competición en Málaga donde ganó la Biznaga a la mejor interpretación en el año 2011 por “Cinco metros cuadrados”, de Max Lemcke.
Con solo estos elementos, más un montaje dinámico y una música de Arna Bataller muy medida, el espectador entrará de lleno en esta historia sobre la crueldad de la guerra, el poder de manipulación de los medios de comunicación, el poder de los ricos sobre los pobres y el poder de Occidente sobre el término eufemístico “tercer mundo”.
Como curiosidad, indicar que creo que en la obra de teatro los cuatro personajes comparten al mismo tiempo escenario y David Martín Porras, en un pequeño fragmento de la película, realiza un pequeño homenaje a la misma.
“La piel en llamas” no dejará indiferente al espectador y, además, después de la proyección, su trama originará un posible amplio debate con la persona o personas que os acompañen al cine a verla el próximo mes de mayo.
Nota El Blog de Cine Español: 6,5.
