Simpática y fresca, esta película es un canto a la amistad. Tira de buen rollo y consigue ganarse al espectador con una sonrisa tímida pero agradecida.
¿De qué va?: Después de quedarse sin trabajo y sin piso, Marta regresa a su barrio de toda la vida, situado en la periferia de Barcelona. Mientras trata de reencontrarse consigo misma y encauzar su carrera, intenta retomar la relación con su grupo de amigas de la adolescencia. ¿El problema? Llevan vidas tan distintas que parece algo imposible de conseguir. Pero Marta se empeña en que la amistad prevalezca sobre todo lo demás.
‘Chavalas’ ganó el Premio del público en el Festival de Málaga y es la enésima oportunidad que goza el cine español de conectar con un público joven que quizá consume series españolas, pero películas españolas… ya tal…
No hay originalidad en este film, para qué nos vamos a engañar, pero hay que reconocer que cada una de las escenas tiene un leve barniz de carisma y poderío femenino que otorga magnetismo al resultado final.
La cineasta Carol Rodríguez Colás, que aquí firma su debut en el largometraje, demuestra maneras y se le augura un gran futuro. Consigue naturalidad -aunque a veces algo impostada-, la puesta en escena está realizada con buen gusto y sabe sacar jugo de un guion mecánico que ofrece pocas sorpresas. Pero eso sí, por suerte, las interpretaciones hacen que apenas se note.
Vicky Luengo es la protagonista indiscutible del film. Todo transcurre desde su punto de vista y eso hace que todo el peso caiga sobre sus hombros. Sale airosa de la contienda, y derrocha oficio y buen hacer en cada una de las escenas (por favor, más personajes protagónicos para la actriz mallorquina).
Sin embargo, no es Vicky Luengo la que más brilla en el elenco. El problema es que le ponen al lado a una de las mejores actrices de su generación que hay ahora mismo en el cine español: Carolina Yuste que, desde su escena de presentación, deja claro el enorme talento que atesora.
Las otras dos componentes del cuarteto principal, Elisabet Casanovas y Ángela Cervantes están convincentes. Las dos arrancan algún que otro momento de lucimiento, pero se echa en falta un mayor desarrollo de sus personajes.
Respecto al resto de actrices y actores, todos están correctísimos y enganchan. Llama la atención la pequeña participación de José Mota; lo hace bien, pero a la mínima se le aprecia la vis cómica y en algunas ocasiones sus escenas parecen gags sin humor (es algo raro).
Puestos a reprochar algo de ‘Chavalas’ y poniéndose muy exquisitos, tal vez habría que comentar cierta “escasez” que sufre la producción. Seguramente por culpa de las restricciones a la hora de llevar a cabo el rodaje, en las escenas exteriores se nota cierta ausencia de vida… Todas las plazas y calles están excesivamente vacías, y aunque es de entender que se ha rodado en el contexto en el que se ha rodado, la ficción se ve empañada, la verdad, pues no se supone que la acción transcurra en nuestros días. ‘Chavalas’ muestra una visión amorosa hacia la vida de barrio, pero sin embargo, la escasez de vida en los exteriores no permite que llegue al espectador esa oda hacia el barrio.
Con todo, es una película muy agradable de ver. Merece la pena apreciar las interpretaciones del equipo artístico y la química que se establece entre la protagonista y sus amigas. No es un canto generacional, como están tratando de venderla, pero sí es un film recomendable e interesante.
Nota: 5
Una crítica de Toni Sánchez Bernal
