La película “Seis días corrientes”, de Neus Ballús, que compite en la sección internacional del Festival de Locarno, se proyecta hoy, mañana y el lunes (7, 8 y 9 de agosto), en las salas del certamen suizo.
Con guion de la propia directora y de Margarita Melgar (pseudónimo tras el que se encuentran Montse Ganges y Ana Sanz-Magallón), Seis Días Corrientes es una película de género híbrido, que conjuga la ficción con elementos prestados de la realidad. El film conserva la sensibilidad característica de su autora pero esta vez Ballús se aleja del drama para adentrarse en un tono aparentemente ligero, convirtiendo la propuesta en una singular comedia.
En Seis Días Corrientes, Ballús trabaja con un casting formado íntegramente por no actores que se interpretan a sí mismos. Tras varios años de casting y documentación en el universo de los fontaneros y electricistas, Ballús eligió al trío de protagonistas-fontaneros reales- interpretando la gran variedad de situaciones que surgen cuando entran en casa de un cliente para hacer una reparación. Todo el elenco, sin experiencia en el mundo del cine, pasó por un taller de preparación antes del rodaje. La filmación se realizó de forma cronológica. Así mismo, en el rodaje Ballús incorporó metodologías del documental para obtener de los protagonistas interpretaciones y situaciones frescas, auténticas y sorprendentes a la vez.
Se trata de una producción de Distinto Films y El Kinògraf, con el impulso del Master en Documental de Creación de la Universitat Pompeu Fabra, cuenta con la participación de RTVE, Televisió de Catalunya y Movistar+, el apoyo de ICAA e ICEC y el impulso de la Universitat Pompeu Fabra.
¿De qué va?
Basada en situaciones y personajes reales, Seis Días Corrientes relata el día a día de la vida de Moha, Valero y Pep, trabajadores de una pequeña empresa de fontanería y electricidad en la periferia de Barcelona. Durante una semana Moha, el más joven, tendrá que demostrar que está preparado para sustituir a Pep, que se jubila. Pero Valero considera que Moha “no da el perfil”, y duda de que los clientes acepten a un trabajador marroquí en sus casas.
