Gonzalo Suárez (Oviedo, 1934) es una figura imprescindible en el cine español, destacado en festivales como Cannes, Berlín, Río de Janeiro, Moscú, Chicago, París o San Sebastián.
El cineasta, que se define como un “escritor que hace cine”, firma una obra cinematográfica y literaria en la que se entremezclan constantemente la realidad y la imaginación. Suyas son algunas de las películas más relevantes de la segunda mitad del siglo XX en España, como las multipremiadas: Ditirambo, Remando al viento (por la que consiguió la Concha de Plata del Festival de San Sebastián y el Goya a Mejor Director), Epílogo (Premio de la juventud en el Festival de Cannes) o Don Juan en los infiernos, entre otras muchas. En su palmarés figuran el Premio Nacional de Cinematografía, la Medalla de Oro de Bellas Artes, ha sido nombrado Caballero de las Artes y las Letras de Francia y de la Orden de Alfonso X el Sabio, la primera vez que se otorgaba esta condecoración a un director de cine; además de contar con ocho premios Goya para sus películas.
Por todo esto, esta noche recibirá el Premio Luis Buñuel en el Teatro Olímpica dentro del marco del Festival de Cine de Huesca.
A la hora de hablar del cineasta aragonés que da nombre al premio, Suárez dijo que “le gustaría eludir lo obvio”, siendo lo obvio que era un genio, concedió. “Pasamos toda una noche tomando vino y sardinas con Joaquim Jordà y nos contó historias de toda índole. Por aquel entonces yo practicaba el periodismo, y escribí una entrevista muy extensa sobre esa noche. Se la llevé antes de publicarla y se puso hecho una furia porque, claro, él no sabía que yo tenía planeado eso, que no lo tenía, sino que se me ocurrió después. Le dije que no pasaba nada, que la entrevista se rompía y me dijo: ‘No, que está bien escrita. Si hablara de mi portero también me interesaría’. Eso sí, Buñuel me censuró su entrevista, como estaba en su derecho, y cortó las cosas que pudiesen molestar”.