Sentimental es la versión cinematográfica de Los vecinos de arriba, obra de teatro del propio Cesc Gay. Convertir en película un material como este conlleva ciertos desafíos, como el abuso de planos secuencias, incluir escenarios y situaciones no incluidas en la obra original con la intención de dar más profundidad a los personajes, usar hasta la saciedad el plano contra plano o abusar de todo aquello que lo digital hoy en día puede aportar a cualquier relato, que es mucho. Nada de esto ocurre en Sentimental y por eso acaba siendo un reflejo, en ocasiones superior a la obra original, del buen entendimiento que posee su director con los distintos formatos a la hora de contar una historia, como se comprobó con Félix (serie tv).
Estas son las siete razones por las que Sentimental podría hacerse con el Goya a Mejor Película:
1. Compromiso con el formato: Cámara a la altura de los actores y actrices porque si algo predomina en el cine de Cesc Gay es la importancia del momento y de cómo lo viven sus protagonistas. Lo fácil que hubiera sido desplazar una historia como Sentimental a parajes más adecuados al ojo del espectador más generalista pero no ha sido así. El planteamiento del director catalán es más cercano y efectista recordándonos a obras como Un dios salvaje que también acabaron convirtiéndose en éxito.
2. Cesc en todo su esplendor: humor, complejidad en las relaciones humanas, la necesidad de ser entendido, el enfrentamiento a la madurez o aferrarnos a conclusiones erróneas son algunas de las muestras del director catalán. Quizás sea Sentimental la obra hasta el momento capaz de albergar todo eso que signifique esencial para el director.
3. Vocación amarga: Por ser capaz, con cierta maestría, de convertir a los espectadores en testigos, de una historia con aparentes tintes cómicos y románticos, dotando a esos espacios olvidados, comunes y ordinarios, del valor de lo esencial en el relato. Sentimental concluye revelando y trascendiendo al espectador el valor que los lugares más próximos se merecen en nuestro día a día. Solo amamos lo que conocemos, y si no lo conocemos es porque no queremos. Una idea amarga que posiciona lo sucedido en la obra en un lugar privilegiado al terminar su visionado.
4. Fascinación por el ser humano: Como ocurrió en Truman, Una pistola en cada mano y en la magnífica En la ciudad Cesc Gay muestra en Sentimental su deseo insaciable de hablar sobre el porqué de las acciones de los seres humanos y sus reflexivas consecuencias con todo lo que les rodea. Para llegar a estos objetivos el director catalán cuenta con su otra arma más valiosa después de la escritura: la dirección de actores. Belén Cuesta, Alberto San Juan, Griselda Siciliani y Javier Cámara. Un reparto hermético y compensado que domina a la perfección todo lo cómico y sorpresivo del argumento de Sentimental. Solo a través del conjunto de sus interpretaciones podemos apreciar eso que se ha acabo convertido en marca de la casa del dramaturgo: consensuar en cada obra una personal y firme radiografía de los sentimientos de lo humano.
5. Todos somos Julio: Un hombre con una vida muy parecida a la de los demás, aunque sufre una lucha interna diaria: no darse por vencido en su insatisfacción perpetua. La duda, la perdida de lo vivido, el surgimiento de las neuras y ese constante tono de superioridad (creyéndose poseedor de la verdad absoluta) convierten al personaje de Cámara en ese accidente que vemos en pantalla y que no podemos dejar de mirar en ningún momento.
6. Progreso vs el amor: Salir de tu zona de confort y entender lo que nunca has querido entender es tarea ardua. Esta idea viene impuesta por una sociedad progresista como la nuestra. La vida cambia y nosotros con ella, y si no quieres cambiar ¿qué ocurre? Julio, eso ocurre. Esa es la respuesta. Sentimental no solo habla de los típicos problemas de relaciones de pareja. El relato de Cesc Gay pone de manifiesto la de esa palabra a la que le tenemos tanto respeto (confundido por miedo) “cambio”: elemento diferenciador de Sentimental con respecto a otras obras de su mismo género. ¿Existe solo una forma de amar? ¿puede la existencia de otras formas de amar alterar las habituales?, ¿puedo encontrar en otras formas de amar mi salvación?, ¿tengo que convertirme en otra persona para seguir amando a mi pareja? Etc.
7. La revelación de la película Griselda Siciliani: La actriz argentina aguanta todos los combates dialécticos de la obra. Sentida, compungida, contenida y aun así la más expresiva de todo el reparto. Griselda aporta a Sentimental una brisa de aire fresco. La actriz emerge en el relato como un ser desconocido para el público español, no como el resto de sus compañeros, hasta acabar convirtiéndose en la más protagonista de todos al deshacerse a golpe de relato de todo eso que hacía a Ana sentirse vulnerable e insegura de sí misma convirtiéndose en alguien con el suficiente valor de afrontar todo lo que le venga encima.
Eduardo Parra
@EduaParra