Nos informan que a primeros de enero terminó el rodaje de “Centauro“, remake de la película gala “Burn Out” de Yann Gozlan, que ha dirigido Daniel Calparsoro con Àlex Monner, Begoña Vargas y Carlos Bardem en su reparto.
Esta producción de se rodó en localizaciones de Cataluña y Aragón (en el circuito Motorland de Alcañiz, donde intervinieron doscientos extras, y en la autopista A-23 que ha incluido algunas secuencias de riesgo), y también en Marsella (Francia). Se trata de una producción de Borsalino Productions para Netflix que cuenta con la colaboración de la Catalunya Film Commission, el Gobierno de Aragón, la Diputación de Teruel y Film Lonelylands.
¿De qué irá?
Adicto a las emociones fuertes y a la velocidad, Rafa lucha por convertirse en un piloto profesional de motociclismo, hasta que descubre que la madre de su hijo tiene una deuda con unos narcotraficantes. Para mantener a salvo a su familia, Rafa decide poner su talento como corredor al servicio de la organización criminal. Piloto de circuito de día, temerario kamikaze de noche, Rafa pronto se ve obligado a tomar decisiones que cambiarán su vida para siempre.
Menudo negocio Netflix con el audiovisual español. Películas y series que valen nada comparadas a las yankis y que son numero uno a nivel mundial. Está bien que la industria sea, al fin, una industria real. Quizá algunos catetos se quiten de la cabeza los prejuicios sólo porque están en Netflix (aunque, la paradoja, con productos estándar, y muy poco diversos, mucho menos interesante que lo que ofrece el cine español de salas).
Es producción de Netflix, como Fe de erratas o Diecisiete
Teaser. Idem en series. Yo que estoy en un país de habla no hispana (o sea, ven las cosas españolas con subtitulos) alucino con el seguimiento de series españolas muy por delante de americanas
“…cambiarán su vida para siempre”
Las notas de prensa de las productoras resumiendo argumentos deberían ir variando, siquiera esta frase, sobadísima.
Quizá si dejaran de usarla CAMBIARÍAN SUS VIDAS PARA SIEMPRE.
(Coño ya)
Cuánta razón tienes, Marañón!!
Tenemos bastantes puntos débiles en nuestro cine: malas comedias, penosa promoción, ninguneo en los festivales clase A, rechazo en la taquilla a la mayoría de nuestros autores y a las películas históricas….
Pero el de los carteles y las campañas publicitarias es de traca, y en mi opinión el más fácil de mejorar, porque el nivel es paupérrimo.
Eso sí, tenemos cosas positivas: el espectador español sí ve su cine (aunque la mayoría sean subproductos); hacemos estupendos thrillers y dramas; hay buenos actores maduros y buenas actrices tanto jóvenes como maduras..