Al conocerse este pasado lunes 18 de enero el listado de nominados para la 35 edición de los Premios Goya llamó mucho la atención que en el apartado de mejor película de animación solo hubiera una candidatura, circunstancia que si bien no es habitual, tampoco es la primera vez que sucede en la historia de los Premios Goya. Esto significa que “La gallina Turuleca”, de Víctor Monigote, se asegura ganar el premio Goya en Marzo pero, al contrario de lo que parece, el año pasado se estrenaron un total de cuatro películas de animación con participación española. A la mencionada “La gallina Turuleca” hay que añadir “Animal Crackers” (Blue Dream Studios Spain ) estrenada en Netflix, “Lur eta Amets” (Lotura Films) y “Josep” (Imagic TV), coproducción francesa que estuvo nominada en el Festival de Cannes a mejor película de animación y ganadora del premio a Mejor Película de Animación Europea en los EFA. Todas ellas son producciones españolas aunque salvo “La gallina Turuleca” no estuvieron en las candidaturas iniciales por circunstancias externas o coyunturales, y en algún caso, burocráticas.
Otro ejemplo de la excelente salud que goza el sector de la animación en España se puede ver en la resolución de la última convocatoria del ICAA de ayudas generales para la producción de largometrajes sobre proyecto, donde cinco de los proyectos seleccionados pertenecen al sector de la animación y tres de ellos encabezan la clasificación de puntuación, en una clara muestra de la calidad y viabilidad de los proyectos de animación presentados.
Hay que recordar que la animación, pese a ser solo el 4% del total de las empresas audiovisuales españolas, generan el 20% del empleo del sector dando trabajo a cerca de 8.000 profesionales (del cual un 32% es empleo femenino) y que alrededor del 70% de la facturación de las empresas españolas dedicadas a la animación proviene del exterior.