Como ya ha comentado en algún artículo y en redes, a pesar de la pandemia, Laura Hojman no podrá olvidar el 2020, al menos en el sentido profesional, porque con su documental “Antonio Machado. Los días azules” ha conseguido un gran éxito de crítica y ha conseguido nueve nominaciones a los Premios ASECAN del cine andaluz, una nominación a mejor documental en los Premios José María Forqué, y, a nivel personal, el Premio Mejor Cineasta de Andalucía que Canal Sur concede en el Festival de Huelva Cine Iberoamericano. De todo esto, y otros temas hablamos en esta entrevista:
– En primer lugar, enhorabuena por regalarnos esta pequeña joya de “Los días azules”, y, comenzando la entrevista, ¿cómo y cuándo surgió la idea de realizar un documental sobre la figura de Machado?
– La idea surgió cuando estaba escribiendo el guión de mi primer documental como directora, Tierras solares. Rubén Darío fue una figura clave en la vida y la obra de Antonio Machado y, mientras escribía, tuve claro que quería contar la historia de Antonio, que es la de nuestro propio país. La del Machado poeta, maestro, filósofo, dramaturgo… pero también la del Machado símbolo del civismo, de la educación, de la cultura y de tantos valores que consideraba muy importante traer al presente. Siempre digo que nunca quise hacer un documental meramente biográfico, sino una obra que hablara al presente y nos hiciera reflexionar sobre nuestros días.
– Durante el año pasado, también lo haré en este, no paré de comentar que el 2020 será recordado como el año de los documentales porque la calidad de este género dentro de nuestro cine ha sido excelente, ¿qué opinas al respecto?
– Creo que efectivamente, el cine documental vive una Edad de Oro y me alegro muchísimo de que sea un género cada vez más reconocido y consumido por crítica y público. Hace años había quien ni siquiera lo consideraba cine, o se asociaba más a un producto televisivo. Hoy podemos decir bien alto que el documental es cine con mayúsculas.
– ¿Nos podrías comentar también cómo fue el proceso de documentación y con qué ayudas contaste para seleccionar los momentos más destacados de la vida de Machado?
– La primera fase de documentación, la que necesito para escribir el guión, la hago yo misma, de hecho, empecé en esto del cine siendo documentalista. Es una fase que disfruto mucho porque consiste básicamente en leer mucho y empaparme del personaje, entenderlo, asimilarlo e incluso quererlo. Las entrevistas con las personas que intervienen en el documental, como Ian Gibson, Antonio Muñoz Molina, Fanny Rubio, Luis García Montero, Francisca Aguirre, etc… me van aportando también mucha información, e incluso, durante el recorrido por todas las ciudades machadianas en el rodaje, todo el equipo fuimos descubriendo cosas nuevas. En todo este proceso y en el de la búsqueda de imágenes he contado también con el apoyo de mi equipo de producción y documentación, Guillermo Rojas, Araceli Carrero y Alejandro Luque.
– ¿Cuáles fueron las escenas más complicadas de rodar? Y, por curiosidad, ¿hubo algún invitado con el que te hubiera gustado contar para el documental y que se negara o no pudiera participar en el momento de rodaje del documental?
– Lo más complicado fue la marcha de la FFREEE, los hijos e hijas de republicanos españoles. Era un camino de montaña muy empinado, iban bastante rápido y éramos un equipo muy pequeño. Había que ir cazando momentos, miradas, sin interrumpir la marcha, sin molestar, haciéndonos invisibles, pero el director de fotografía, Jesús Perujo y su ayudante, José carlos de Isla, tuvieron que darse unas buenas carreras…
– El repunte de la pandemia provocó que tu premio a la Mejor Cineasta de Andalucía en el Festival de Huelva Cine Iberoamericano lo tuvieras que celebrar desde casa, ¿cómo viviste este premio y la particular situación de tener que disfrutarlo desde casa?
– Realmente sí que hubo un pequeño acto de entrega en la sede de la RTVA con conexión en directo con el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. Me hubiera encantado recibirlo allí, en el festival, que es para mí muy especial, ya que trabajé en él muchos años, pero igualmente fue muy emocionante recibirlo en el estudio de Canal Sur, de manos de Isabel Cabrera, su directora adjunta, y que pudieran acompañarme algunas personas que han sido muy importantes en mi vida y en mi carrera.
– Hace unos días publicábamos que en primavera comenzarás a rodar el documental “María Lejárraga. La autora en la sombra”, ¿qué nos puedes comentar de este proyecto?
– Que estoy feliz con poder contar la historia de una de las mujeres más apasionantes de la historia de nuestro país y cuyo nombre es prácticamente desconocido. María Lejárraga fue la dramaturga más prolífica de España, autora de obras como Canción de Cuna, libretista de Falla y de Turina, a ella le debemos el de El amor brujo, por ejemplo. Fue además, una ferviente feminista y activista contra la prostitución y la pena de muerte, intervino en la creación de la “Unión de mujeres de España” y fundó junto a Victoria Kent, María de Maeztu y Zenobia Camprubí el “Lyceum Cub”. Estuvo muy implicada en la consecución del derecho al voto femenino y fue elegida diputada por las Cortes de la II República. Hoy en día, en sus novelas y sus obras, sigue apareciendo el nombre de su marido, Gregorio Martínez Sierra. Me siento muy afortunada de poder contar la historia como fue y hacer mi particular homenaje a una mujer que nos dio tanto y cuyo nombre, debería estar en los libros de texto.
– Y, ya para terminar, ¿para cuándo el salto al largometraje de ficción? (risas).
– Pues estoy en ello… Además de rodar en breve el documental sobre María Lejárraga, estoy escribiendo el guión de la que, ojalá, será mi primera película de ficción.