El pasado 23 de diciembre acabó el rodaje de la película española “Dos vacas y una burra”, dirigida por Jesús del Cerro y protagonizada por Miguel Ángel Muñoz y Pablo Puyol, tras 5 semanas de grabaciones en diferentes localizaciones de Cantabria. Se trata de una producción independiente de ATM Producciones, rodada en plena pandemia, que cuenta con un presupuesto de dos millones de euros. No sé de dónde habrán sacado tal capital pero estamos ante la producción independiente más cara de los últimos años. El guion es obra de José Luis Feito. Completan el reparto Esmeralda Pimentel, reconocida actriz mexicana, Mamen García (Señoras del (h)AMPA, El Bar), Adriana Torrebejano (Cuerpo de élite, Tierra de lobos), Mario Pardo (El Hoyo, Cuéntame), Litus (Late Motiv) y Codin Maticiuc, popular en Rumanía por protagonizar el mayor éxito del cine en su país, Miami Bici.
¿De qué va?
Pedro (Miguel Ángel Muñoz) es un joven arquitecto en paro que, estando con su tío Luis (Pablo Puyol), un médico también desempleado, le sorprende una noticia: su abuelo Paco, a quien no llegó a conocer, ha fallecido. Paco era un reputado arquitecto que emigró a México para hacer fortuna y ha dejado a Pedro en herencia dos vacas y una burra en un pueblo del norte de España. Los dos jóvenes dejan la ciudad para emprender un viaje con la intención de vender los animales, pero las situaciones que les esperan cambiarán sus planes.
Ambos se enamoran del paisaje y de sus gentes. Pedro en especial de Paula (Esmeralda Pimentel), una joven estudiante mexicana, nieta del mejor amigo de su abuelo, quien también emigró a México. Todos se verán envueltos en un disparatado enredo familiar originado por “la Jana” (Mamen García), la antigua novia de Paco, obsesionada con “el tesoro” que, supuestamente, había escondido antes de morir. Durante este viaje Pedro no solo descubre el vínculo profesional que le une a su abuelo, sino también un paraíso inesperado, que le transformará y le hará encontrar el sentido a su vida lejos de la ciudad.