Peculiar film que, pese a la historia y el casting, no atina en su propuesta formal y no exprime todo el potencial que este thriller rural podría haber ofrecido.
En los terrenos del caserío Garizmendi aparece un esqueleto enterrado. Sin saber a qué atenerse, Fermín Araia y su mujer, Karmen, llaman a su hijo Néstor, que acude a hacerse cargo. Pero a la mañana siguiente, tanto el padre de la familia como los huesos, desaparecen.
Basada en la novela de Miren Gorrotxategi, “Campanadas a muerto” cuenta con uno de los mejores elencos que el cine vasco ha gozado en los últimos años. Qué decir del carisma de Itziar Ituño y del talento de Eneko Sagardoy. Sin embargo, todos los actores se ven privados de brillar por culpa de la estética férrea que condiciona toda la película.
El director opta por un estilo seco que economiza demasiado los planos cortos; eso aporta una frialdad al conjunto que impide la intriga y la empatía con los personajes. Y es una pena, en muchas escenas se aprecia el esfuerzo del conjunto de los actores, pero nada, se topan con una puesta en escena sobria que no les ayuda en absoluto.
Con todo, escierto que este estilo aporta al film un toque de distinción que lo aleja del fast food del cine actual. Pese a que una dirección tan aséptica puede frustrar las esperanzas del espectador que busque emocionarse ante el drama de los personajes, no es menos cierto que es de agradecer una voz así de discordante en la industria. De ahí que, aunque el resultado no deja de ser interesante a secas, toca aplaudir el coraje del director.
La historia intriga y las revelaciones de la trama realmente impactan. Pero eso sí, cerca del final el guion divaga un poco, los acontecimientos se aceleran ligeramente y el tercer acto carece de garra.
Uno de los dones de la película es la violencia que se respira durante todo el metraje. Gracias al tono seco y áspero, a los silencios en las interpretaciones y a la trama repleta de secretos, hay cierto halo de violencia inminente que cala en cada una de las escenas, y eso poco a poco, va empapando al espectador, que sigue con interés una trama que apenas decae.
La nueva película de Imanol Rayo es una propuesta interesante que gustará a todos aquellos deseosos de un thriller con marcado tono autoral. Aunque los seguidores más acérrimos del género sentirán cierta desazón, al ver que la historia, quizá y solo quizá, merecía ir mucho más allá. Aun así, ¡qué interesante es asistir a las interpretaciones que pueblan la pantalla de “Campanadas a muerto”!
Nota: 5
Una crítica de Toni Sánchez Bernal
Una pena que parece que no cuaja la película. yo tenía grandes expectativas por las críticas que leí en san Sebastián pero me voy a quedar sin verla: se ha estrenado en muy pocos cines.