Hay películas que merecen ser vistas varias veces, que siguen siendo vigentes o actuales, que permiten varias lecturas. “Tinta roja” es una gran película (ya me lo pareció la primera vez que la vi, cuando se estrenó en el año 2000), posiblemente la mejor del gran Pancho Lombardi (Tacna, Perú, 3 de agosto de 1949). Es una reflexión sobre el mundo del periodismo, sobre la vida, donde todo está colocado de manera que nada parezca forzado o anacrónico. El drama, el humor y el thriller se fusionan de forma perfecta. Todo se sustenta sobre el gran guión de Giovanna Pollarolo Giglio y la novela homónima de Alberto Fuquet. Es una historia muy coral, donde todos los personajes están muy trabajados. La acción se desarrolla en Lima, Perú y trasciende el espacio geográfico para tener carácter universal.
Coproducción entre Perú (Inca Films, la empresa de Francisco J. Lombardi) y España (Tornasol Films, Gerardo Herrero y Mariela Besuiewsky), en el festival de San Sebastián de 2000 logró el premio a la mejor interpretación masculina para Gian Franco Brero.
“Tinta roja” funciona con varios flashbacks (se llegan a superponer), tiene un ritmo potente y mientras la visionas no se percibe. Cuenta la historia de un joven peruano que ejerce de becario a su pesar (su verdadera vocación es ser escritor) en la sección de policiales (sucesos) en el diario sensacionalista, donde conocerá a un veterano periodista cínico y desencantado, y al equipo que forma la sección. Es una historia muy dura, pegada a la realidad, donde la picaresca se torna prácticamente imprescindible.
La fotografía de Teo Delgado dota de textura la narración. El score de Bingen Mendizábal tamiza las imágenes. Lombardi consigue transmitir emociones. Una de las grandes bazas del film es el reparto, donde destaca Gian Franco Brero, en el mejor papel de toda su carrera, como el veterano periodista que irá formando al novato. Su expresividad y su gestualidad es de cum laude, a su lado ejerce gran réplica el protagonista Giovani Ciccia (“No se lo digas a nadie”). Los españoles Fele Martínez y Lucía Jiménez (Segovia, 21 de noviembre de 1978) están muy bien. Fele interpreta a un fotógrafo callado y práctico que sabe ser expeditivo cuando hace falta. Lucía es el amor casi imposible de “Varguitas” protagonista, en su segundo trabajo junto a Lombardi (el primero fue en “No se lo digas a nadie”), con una perfecta dicción peruana. A Lucía nos gustaría verle más en cine. Carlos Gassols hace un excelente trabajo, como chofer de la unidad móvil y que siempre cita a los clásicos, muy lejos de su papel en “Caídos del cielo”, resulta entrañable. Yvonne Frayssinet que era una peculiar lesbiana en “Mariposa negra” es aquí la amante del personaje de Brero, una periodista que trabaja en la radio y a la que le facilita exclusivas. Tatiana Astengo tiene un par de escenas de lucimiento, fundamentalmente la primera en la que aparece como peculiar “podóloga”. Finalmente destacar a Gustavo Bueno, un habitual también en el cine de Lombardi (“Caídos del cielo”, “La ciudad y los perros”, “La boca del lobo”, “Pantaleón y las visitadoras”), en una breve aparición pero vital en la narración. Un reparto de lujo, actuaciones excelentes.
En “Tinta roja” no hay nada superfluo, todo suma de forma positiva. En varios pasajes sorprende.
Es un film magistral, conserva su vigencia y demuestra una vez más que Lombardi es uno de los grandes directores de América Latina de la historia y que no ha sido valorado en toda su dimensión.
José López Pérez