Seguimos con nuestras entrevistas durante la pandemia y hoy os dejamos con nuestra charla con el productor Tono Folguera, de Lastor Media, artífice de todas las películas del director Carlos Marqués-Marcet y de documentales tan conocidos como “Bicicleta, cuchara, manzana” o “Balseros”. Del confinamiento, de su filmografía y del cine español hablamos durante un ratito para todos vosotros.
Os dejamos con nuestra entrevista al productor Tono Folguera:
– Nuestra pregunta inicial, ¿cómo está siendo el día a día de Tono Folguera en este confinamiento y sin haber pasado ni Cataluña ni Madrid, entre otras Comunidades, a Fase 1?
– El día a día está siendo muy intenso, me faltan horas para conciliar la vida familiar con el teletrabajo, la verdad es que no he parado. Pero tengo la sensación que el nivel de ansiedad va en aumento a medida que cambiamos de fase, en la fase 0 vivía en una burbuja que te daba cierta relajación mental, en la 0,5 ya empiezas a ver la magnitud del pollo con el que nos vamos a tener que enfrentar y ya estoy encargando los ansiolíticos para la fase 3.
– El Festival de Cine Español de Málaga, que tuvo que aplazarse en Marzo por el coronavirus, acaba de anunciar fecha de estreno del 24 al 30 de agosto, ¿crees que para esa fecha se podrá celebrar este certamen sin problemas? Hoy estoy pesimista y no creo que ni San Sebastián pueda llevarse a cabo.
– Estoy convencido de que encontrarán la fórmula. Para el cine español es importantísimo que se celebren Málaga y San Sebastián, sin ellos nos costará el doble arrancar, su labor para posicionar y dar a conocer a buena parte de las mejores películas del año es fundamental. Además un festival es mucho más que un contenedor de películas, las
primeras semillas de muchas relaciones profesionales y de muchas películas se siembran en los festivales. Yo no me los pienso perder, especialmente Málaga que este año entrega a Carlos Marqués-Marcet el Premio Málaga Talent. ¡Ahí estaré, seguro!
– Siguiendo con la actualidad, ¿cuándo crees que los cines recuperarán más o menos su normalidad? Y, por otro lado, ¿cuándo piensas que podrán volver a retomarse los rodajes porque con las medidas de protocolo actuales es imposible?
– Son dos realidades distintas. Las salas abrirán pronto, el inicio será duro y complicado, van a necesitar de la complicidad y la militancia de todos a los que nos gusta ir al cine, pero tengo la esperanza de que todo avance mucho más rápido de lo que esperábamos. En cuanto a los rodajes, el documental y algunas series de TV, empezarán ya y pronto alcanzarán cierta normalidad. Otro tema es el cine, por ahora no hay seguros que cubran los rodajes y sin ellos es imposible lanzarte a un rodaje de uno o dos meses, por muchos protocolos que hagamos. Es el tema principal a resolver, que nos podamos acoger al consorcio de riesgos extraordinarios o crear un fondo que compense lo que no
puedan cubrir las aseguradoras, si no, solamente se podrán rodar algunas de las producciones de las grandes plataformas que son los únicos que pueden llegar a un acuerdo con las aseguradoras o cubrir lo que ellas no puedan. Y una vez resuelto esto, y a la que aparezcan los ansiados test rápidos, podríamos empezar a rodar de forma
generalizada. Hoy es complicado, pero mañana, ¡quién sabe! Nosotros todavía no nos hemos rendido con las tres películas que teníamos para rodar este verano, espero que alguna la podremos arrancar este año y otras las tendremos que mover al año que viene, pero las haremos.
– Vuestra productora, Lastor Media, nació en el año 2008 y creo que vuestros primeros pasos fueron producir documentales, ¿cuáles recuerdas especialmente y por qué?
– Los primeros años de Lastor Media los compaginé con mi trabajo de productor ejecutivo en Cromosoma, donde estaba produciendo “Bicicleta, cuchara, manzana”, un documental muy especial, creo que para todos, para los que lo hicimos y para quienes lo vieron. Guardo especial cariño para los primeros docus que hice con el sello de Lastor como “El reino de Mr. Edhi”, “Bajarí” y “Serrat y Sabina, el símbolo y el cuate”. Me fascina producir documentales, con cada uno haces una inmersión de dos años en un tema del que no conocías prácticamente nada y es muy enriquecedor.
Ahora estamos en plena producción de otro, “Balandrau, el infierno de hielo”, un documental sobre montañismo, al estilo de “Pura Vida”, sobre una tragedia que sucedió el año 2.000 en el Pirineo. Será lo primero que vamos a reanudar.
– Vuestra productora también está vinculada a la carrera cinematográfica de Carlos Marqués-Marcet que con su ópera prima “10.000 KM” lograsteis vuestro mayor éxito de crítica y taquilla, ¿qué os une a este director y por qué habéis financiado todas sus películas?
– Nos encontramos con Carlos al inicio de arrancar mi productora gracias a mi socio Sergi Moreno y nos lanzamos a producir “10.000 KM”. Todos pusimos todo, hasta el extremo de que la película se rodó en mi casa, y eso creo con él, con los actores y el equipo una relación muy especial, de confianza ciega. Carlos sabe que si tiene una idea,
ahí nos tiene y nosotros sabemos que si tiene una idea seguro que la compartirá con nosotros. Y así llevamos ya un corto, tres largos y dos películas para TV. Y estamos preparando ya la que será su cuarta peli. Son ya 6 producciones y estoy orgulloso de todas ellas, todas me emocionan, me hacen reír, llorar, me remueven y eso no tiene precio. Tampoco te diré que todo es un camino de rosas, porque Carlos es mucho Carlos, pero la tensión, si es respetuosa y se ejerce desde el bien, es buena y necesaria para acabar haciendo películas tan únicas como las que hemos hecho con Carlos.
– Durante este confinamiento estamos viendo como se están estrenando algunas películas españolas, de presupuesto muy reducido, directamente en plataformas, ¿crees que esto sería posible con una producción de dos millones de euros?
– Posible es, pero no me parece lo ideal para una película ni de bajo ni de alto presupuesto. Hoy en día, a no ser que se trate de un original de una plataforma, no tiene mucho sentido ir directamente online. ¿Para qué renunciar a la ventana de festivales y de cine? Económicamente vas a perder unos ingresos que el online no te va a compensar,
seguro. Y en el cine indie, casi siempre, es el paso por los festivales y los cines lo que te da visibilidad y va a hacer que los espectadores online, desde su casa, escojan tu peli. Si no, se perderían dentro del maremágnum de los inmensos catálogos online. ¿Qué habría sido de “10.000 KM”, “Estiu 1993”, “O que arde” o “Carmen y Lola”, si no hubieran existido unos festivales que hicieron de prescriptores? Eso sí, bienvenidas las plataformas, son una ventana única, brutal, que nos permite llegar a un montón de gente. Estos días hemos estrenado “Te quiero imbécil” en Netflix y es la película más vista, es una pasada, un gustazo enorme saber que tantas personas se están riendo en sus casas gracias a nuestro trabajo.
– Hablando de esto, la Academia acaba de anunciar que en la próxima edición de los Premios Goya, excepcionalmente por la pandemia, dejará participar a películas que se hayan estrenado directamente en plataformas sin pasar por cines, ¿qué te parece esta medida?
– Me parece una medida excepcional para un momento excepcional. Estos meses no había otra opción de estreno que no fuera online, y habría sido muy injusto que esas películas, que tampoco son tantas, se hubieran quedado fuera de los Goya.
– Como en el imaginario de la sociedad la figura del productor de cine se asemeja a la de un señor que llega con un maletín lleno de dinero, ¿explícanos cuál es la función real de un productor?
– Yo siempre digo que el productor es la única persona que está en un proyecto desde el día cero hasta el final del recorrido de una película. El resto del equipo va entrando y saliendo, nos ocupamos de desarrollar los proyectos, tomar la decisión de cuales siguen adelante y cuales no. Por otro lado, evidentemente, de buscar la financiación, pero también de crear el mejor ecosistema para que el director o directora pueda expresar su creatividad de la forma más libre y eficiente y somos una pieza clava para acabar dando la forma definitiva a una peli y conseguir que sea un éxito o un fracaso.
– Y, ya sé que pregunto demasiado, ¿cómo se financia un largometraje en nuestro país? A grosso modo para que se informen nuestros lectores.
– La financiación del cine español básicamente se centra en una combinación de la preventa de derechos con ayudas públicas y/o incentivos fiscales (inversores privados que invierten parte de sus impuestos en cine). La preventa quiere decir que antes de rodar, estas vendiendo tu película a las televisiones, plataformas, distribuidoras,
agentes de ventas internacionales, etc. Y con estos contratos, que no cobrarás hasta varios años después de iniciar el rodaje, pides un crédito, avalas con todo lo poco que puedas tener y cruzas los dedos para que todo acabe bien. También hay algunas películas, los llamados originals, que se producen directamente para la plataforma y
ellos, lógicamente, financian el 100%.
– Como amante del cine y experto en la ficción documental, recomiéndanos algunos de los documentales que más te han gustado en la última década.
– Si hablamos a partir de 2010 y de cine español, os recomiendo dos clásicos: “Pura Vida”, de Pablo Iraburu y Migueltxo Molina, que relata la operación de rescate más increíble de la historia del Himalaya, con
unos personajes brutales, dignos de Werner Herzog. Otro gran documental es “Mon Petit”, de Marcel Barrena, que nos narra el extraordinario viaje de Albert Canals, un adolescente en silla de ruedas, que se propone llegar hasta Nueva Zelanda sin gastar ni un duro. Y si me lo permites, saltándome todas las normas, porque es del
2003, y yo participé en su producción, para mí, el mejor documental de la historia del cine español es “Balseros”, de Carles Bosch y Josep M. Domènech, sobre la crisis de los miles de cubanos que se lanzaron al mar en balsas con el sueño de conseguir una vida mejor. ¿Os suena?