Como estoy cansado de leer comentarios de algunos diciendo que el VOD es el futuro, que el cine va a desaparecer, vamos a sacar toda la mierda del cajón y decir cómo están a día de hoy las cosas: una película española con presupuesto digno, más de 1,5 millones de euros, es imposible que sea rentable estrenándose directamente en plataformas más si éstas son tipo Filmin, Rakuten o Flixolé, Movistar +, e incluso, HBO, Amazon y Netlix. Las únicas películas españolas viables económicamente sin pasar por cines son aquellas en las que Netflix, en este caso el señor Paco Ramos, director de Contenidos Originales para España y Latinoamérica, dice: “nos interesa este guion, ¿cuánto cuesta hacerlo?, ¿3 millones de euros?, pues cerramos un contrato por esa cifra pero la explotación a nivel mundial es nuestra”. Casos así ya hay varios en nuestro país desde la pionera “7 años”, de Roger Gual; a “Elisa y Marcela”, de Isabel Coixet; y terminando por la reciente “Hogar”, dirigida por los hermanos Pastor y protagonizada por Mario Casas y Javier Gutiérrez, entre otras. Estos casos se llaman producciones originales de las diferentes plataformas. Tenemos el caso de series como “La Peste” o “Vergüenza”, que son producciones originales de Movistar +; o la serie “30 monedas”, de Álex de la Iglesia, que es una producción original de HBO; es decir, en estos casos el coste de estas ficciones las ha pagado íntegramente las respectivas plataformas.
Qué no, qué no estoy diciendo salvajadas. Mirad, mirad, lo que dicen algunos distribuidores de nuestro cine al respecto en este artículo de “El Cultural“:
Los distribuidores independientes aseguran que el negocio de las plataformas no puede sostener ni remotamente el negocio: “Yo recibo liquidaciones (de plataformas) de 80 euros y de 40 euros -dice Javier Asenjo-, cobras un porcentaje de los megas que se ha descargado el suscriptor durante el mes y al final lo que te acaba llegando es ridículo. Además hay poca transparencia, deberían hacerse públicos los datos de visionados todas las semanas como sucede con los cines”. Miguel Angel Pérez, de Surtsey, suscribe: “Yo no pongo las películas en las plataformas porque es regalar el producto”, dice tajante. Y David Alfarás, de Alfa Pictures, corrobora: “Plataformas como Netflix son más bien nuestra competencia porque cuando ofrecen un contrato multiterritorio por una película lo tenemos muy difícil para competir contra ellos”.
No ganarán pero para personas como yo, de provincia, o te suscribes a una plataforma o no te queda otra que descargarte de forma ilegal muchas de las películas españolas (la mayoría) que no se estrenan en grandes capitales. Y, puestos a elegir, sin duda prefiero estar suscrito a Filmin que es la que más apuesta por cine español y latinoamericano. Además es empresa nuestra, su sede está en Cataluña si no me equivoco. Antes era de FlixOlé pero me cambié por tener acceso a cintas francesas, senegalesas, chilenas…
Por otro lado, me pregunto si Filmin hará tanto dinero. Yo, por ejemplo, pago 8€ al mes, creo, y tal vez vea 12 películas al mes… Imagino que hace falta miles de suscriptores para que de los visionados llegue algo de dinero tanto a la plataforma como a los cineastas.
Se me ha hecho corto tu artículo! Es un tema del que sin duda me gustaría saber más, cómo se rentabilizan estas plataformas? Ya tenemos ejemplos (Filmotech, qué pasó con su catálogo?) de iniciativas de streaming para potenciar el cine español que fracasaron
Filmin ha tenido pérdidas hasta el año pasado. Este año volverá a ser algo rentable pero debido a la crisis del coronavirus. Es un negocio complicado que, encima, no deja apenas rédito a las productoras.