Seguimos con nuestras entrevistas en confinamiento porque la semana pasada le realizamos unas preguntas al director Koldo Serra al que este confinamiento le pilló justo terminando el rodaje de la cuarta temporada de la serie “El Ministerio del Tiempo”. Además, ha visto como el estreno de la nueva temporada de “La casa de papel” lo ha tenido que vivir encerrado en casa. De todo esto, y de sus películas, hablamos en esta entrevista.
Os dejamos con nuestra entrevista al director Koldo Serra:
– Iniciamos con la pregunta que estamos realizando a todos nuestros entrevistados en esta cuarentena, ¿cómo está el siendo el día a día de Koldo Serra en estas circunstancias de confinamiento?
– Estoy pasando el confinamiento solo, así que intento llevar una rutina y me levanto a la misma hora todos
los días, me ducho y me visto como si fuese un día normal y fuese a salir a la calle. Después trato de repartir las horas del día entre la escritura de un guión con Jon Sagalá, con el que escribí “Bosque de sombras”, caminar varios kilómetros dentro de casa y ver algunas películas o series que tenía pendientes y que nunca encontraba tiempo para ellas. Al principio no me concentraba pero después he ido acostumbrándome a la situación.
– ¿Qué va a ser lo primero que vas a hacer cuando podamos salir libremente a la calle de nuevo?
– Lo que más me gustaría sería juntarme con los amigos, la gente que quiero, poder cenar, comer, tomar unas cañas… Aunque me temo que será complicado porque me da que la salida será muy lenta y escalonada. Y lo de poder comer o cenar en establecimientos públicos será complicado. La hostelería lo va a sufrir mucho…
Así que me conformaré con un paseo larguísimo, tumbarme en la hierba del Retiro o Debod, y después pasarme por alguna tienda (si están abiertas) a comprar alguna película y algún cómic (durante el confinamiento no he comprado nada online).
– Curiosamente, te ha pillado esta situación con el estreno en Netflix de la cuarta temporada de “La casa de papel”, ¿cómo ha sido vivir este estreno “encerrado”?
– Pues muy raro para todos… La anterior fue una locura de estreno, con eventos multitudinarios por todo el mundo, y un estreno en el Cine Callao de Madrid con fiestón después con todo el equipo. En cambio, en estos días que estamos viviendo, la promo ha sido toda desde casa. Y yo no tanto, pero los que lo habrán notado más son los actores y añectrices, que en vez de viajar por medio mundo concediendo entrevistas, me consta que han tenido jornadas maratonianas de entrevistas desde sus casas.
Lo que sí ha sido una locura es la repercusión de la serie, ya que con medio planeta confinado, la ha visto todo el mundo. Ha sido número uno en muchísimos países.
– Por otro lado, pocos días antes de que se ordenase el Estado de Alarma, estabas rodando un capítulo de la nueva temporada de “El Ministerio del Tiempo”, ¿qué nos puedes contar sobre esta cuarta temporada?
– Yo creo que viene potente. Los fans van a poder ver a todos los protagonistas que han pasado por las anteriores temporadas. Y como siempre vamos a poder disfrutar de las aventuras de nuestra patrulla mientras aprendemos historia de nuestro país. Yo estoy muy contento con mi capítulo, penúltimo de la temporada. Por primera vez me ha tocado un capítulo de comedia y me lo he pasado estupendamente rodándolo trabajando con los actores. Mucho texto y mucho jugar con la interpretación y el tono. Terminamos de rodar dos semanas antes del estado de alarma, por lo que me ha tocado montar con la montadora, Laura Montesinos a 400 km de distancia. Ha sido una experiencia, cuanto menos curiosa.
– No son tus únicas experiencias en televisión porque ya habías rodado episodios de otras ficciones televisivas como “Gominolas”, “El comisario” o “Karabudjan”, ¿qué recuerdas de estos rodajes?
– Pues cada uno tuvo lo suyo. De “Gominolas” y “El Comisario” sólo rodé un episodio de cada una de ellas. De hecho, el capítulo que rodé para “El Comisario”, fue mi primera experiencia en televisión. Me tocó un capítulo muy chulo con el mundo del manga y de los Otakus en la trama. “Gominolas” era muy divertida de rodar pero se quedó en una temporada que creo recordar no llegó a tener final. Como curiosidad, decir que rodábamos en cine , en 16mm. Algo que ahora sería impensable…
“Karabudjan” es otro tema. Posiblemente ha sido una de mis experiencias vitales más brutales relacionadas con un rodaje. Nos pasamos tres meses en Colombia rodando una ficción que en su mayoría transcurría en la ciudad de Madrid. Pero es lo que tiene la magia del cine (la televisión, en este caso) e hicimos pasar Bogotá como Madrid, o el desierto de la Guajira, al norte, como si fuese Senegal. Fue una experiencia muy dura y exigente, pero a la vez muy gratificante. Guardo muy buen recuerdo.
– Y, revisando la Wikipedia, veo que también has rodado varios videoclips para cantantes y grupos musicales para Antonio Orozco, Extremoduro, El Sueño de Morfeo, Deluxe, Doctor Deseo, Zodiacs o Estopa, ¿en qué se diferencia este tipo de grabación al de una serie o largo?
– En general no tienen mucho que ver, por una cuestión de temática y forma. Puedes hacer videoclips que cuenten una historia o puedes hacer algo que simplemente funcione como experiencia a nivel audiovisual. Lo divertido de hacer vídeo clips es que no hay reglas y uno puede probar en ellos cosas que quizás no se atrevería a probar en una ficción más “clásica”. Uno juega mucho con la forma y sobre todo con el montaje al no estar supeditado a un tipo de narrativa concreto. Eso sí, reconozco que alguna de las técnicas usadas en algún vídeo clip si que las he aplicado en las series o ficciones que he rodado.
– Empecemos con el cine, han pasado ya muchos años, pero cuéntanos cómo te enfrentaste al rodaje en 2006 de “Bosque de sombras”, tu ópera prima, rodando en inglés y en español y con una estrella mundial como Gary Oldman.
– Era mi primera película y fue un infierno de rodaje… nos pasó de todo, perros que no atacaban, coches que no arrancaban, llovió todo y más, muchas cosas fallaron en rodaje y encima tuve que quitar algunas secuencias del guion para poder llegar y que entrase todo en el plan de rodaje. Era una película pequeña con grandes estrellas. Lo que para mí era una súper producción para ellos entiendo que sería una película independiente. De hecho Gary Oldman venía de rodar Harry Potter y Batman, así que imagínate (risas).
Pero pese a todo, guardo un grandísimo recuerdo de la experiencia, creo que además la película se parece muchísimo a lo que yo tenía en mente y me gusta como salió. Fue un aprendizaje brutal. Además cuenta con un gran grupo de fans que le reivindican.
– Tuvieron que pasar 9 años para rodar “Gernika”, tu segundo largometraje, ¿puede confirmar esa frase hecha de que cuesta más levantar tu segunda película que la primera?
– Es que parece un tópico pero es así. Yo cuando hice “Bosque de sombras” pensaba que la segunda vendría rodada. Pero pese a tener a Gary Oldman, Virginie Ledoyen o Paddy Considine en su reparto, la película no funcionó, apenas se vio y no tuvo apenas repercusión. Así que, la segunda fue como empezar de cero tratando de hacer mi (nueva) primera película. Tras varios proyectos que se cayeron o se quedaron en un cajón, aparecieron Jose Alba y Carlos Clavijo y me ofrecieron dirigir Gernika. Una vez me subí al proyecto con ellos, todavía pasaron tres años hasta que conseguimos la financiación suficiente para poder rodarla. Tampoco fue nada fácil.
– Imagino que cuando rodaste este largometraje te caería encima ese falso tópico de “otra sobre la Guerra Civil”, nosotros hicimos un estudio y en la última década, por ejemplo, sólo se estrenaron de media tres películas ambientadas en la Guerra Civil o en la posguerra.
– Bueno, pero es que ese es un sambenito con el que nos toca vivir y que será complicado convencer a los espectadores que no es como ellos dicen. Igualmente es un periodo muy largo de nuestra historia reciente y lógicamente hay muchísimas historias que contar. Casualmente es cierto que este año en los Goya entre las películas más nominadas, había dos centradas en este periodo “Mientras dure la guerra” y “La trinchera infinita”.
– Y, finalmente, el año pasado pudimos disfrutar con “70 binladens”, tu tercer largometraje, que contó con coproducción de Álex de la Iglesia, ¿te dio algún consejo el maestro?, ¿también te costó mucho levantar este proyecto porque el guion creo que estaba ya escrito en 2010?
– Si, “70 binladens” estaba escrita antes incluso de que apareciera en mi vida “Gernika”. Es más, se quedó en un cajón hasta después de estrenarla y yo creo que la inercia de ésta ayudó a que “70 Binladens” saliera adelante. Como dices, Álex de la Iglesia y Carolina Bang co produjeron la película junto a nuestra productora Nahikari Ipiña, y fueron súper respetuosos con mi trabajo. Hablamos del guion, de la película y del tono de la misma, y poco más… Después obviamente vimos todos el premontaje y como suele hacerse en esos casos, me dijeron lo que opinaban de cosas concretas y ya. Fue un gusto trabajar con Álex y Carolina.
Lo bueno es que diez años de “preparación” dan mucho de sí, de manera que tenía la película clarísima en la cabeza y lo llevaba todo súper preparado al set de rodaje.
– Por último, recomiéndanos una lista de películas españolas del siglo XXI.
– En 20 años hay mucho material donde elegir, así que me centraré en lo que más me ha gustado estos últimos dos, tres años, por concretar un poco…
Por decir algunas (seguro que se me quedan unas cuantas en el tintero), sin orden o preferencia más allá de cómo me vienen a la cabeza, destacaría: “Tu Hijo” de Miguel Ángel Vivas; “El Hoyo” de Galder Gaztelu Urrutia; “Madre” de Rodrigo Sorogoyen; “La Trinchera Infinita” de Arregi, Garaño y Goenaga; “Verónica” de Paco Plaza; o “Sordo”, de Alfonso Cortés-Cavanillas.