Se apagaron las luces y se inició la proyección. Sonaron los primeros compases de “El payo Chac”. Emoción, ritmo, sentimiento. Fin de la proyección.
Escuchados los 10 temas del score que ha creado Lisandro Rodríguez (Las Palmas de Gran Canaria, 24 de agosto de 1971) sin ver las imágenes lucen todavía más si cabe. No necesitan signos de puntuación.
Son diez temas que forman una unidad y a la vez matizan y percuten la narración. Donde el piano es el hilo conductor al que se le van añadiendo diferentes timbres e instrumentos, donde hay resonancias que proceden de Francia y homenajean los orígenes del fotógrafo Jacques Léonard.
Es una maravilla el tema central, que lo tiene todo, ese “El payo Chac”. Envolvente, mediterráneo, universal, con diferentes ecos. Desde la melancolía, hasta la rumba (hay momentos que recuerda a Gato Pérez) pasando por el flamenco y el jazz.
En “Acompañando a Jacques” suena el piano solo y consigue transmitir emociones. Evocador, envolvente.
“El método Jacques” es un tema breve (dura poco más de un minuto), solo al piano, a forma de reprise del tema central.
“El tiempo pasa” es otro de los temas que destacan por su concisión y su sentido de la melodía, donde el piano se acerca a las cuerdas. Se mueve entre la melancolía y la alegría. Otro tema muy interesante es “Los caracoles”, una variación del tema central.
“Quien eres” arranca con aires y ecos árabes para acercarse de forma poco convencional y elegante al flamenco.
“Una vida en imágenes” hace honor a su título, fusionando ritmos y evocando. Un gran tema, elegante y profundo.
Lisandro Rodríguez ha creado un gran leiv motiv y ha sabido explotar varias vías melódicas para evitar la reiteración.
Decía hace unos años el gran guitarrista mexicano Carlos Santana que para él solo existían dos tipos de música, la buena y la mala (es una afirmación posiblemente reduccionista). Esta banda sonora pertenece al primer grupo, sin duda. Tiende puentes y abre puertas.
Estamos ante un gran trabajo de Lisandro Rodríguez en el que predomina el piano y que merece ser editado para que pueda ser disfrutado por el gran público.
José López Pérez