Agustí Villaronga regresa con su película más ambiciosa, una co-producción con el Reino Unido, que alardea de factura técnica pero se olvida por el camino del alma que tienen las grandes películas.
‘Nacido rey’ nos sitúa en la década de los años veinte, durante la infancia del rey Fáisal (entonces solo príncipe). Nos muestra su visita a Londres con el objetivo de que el Gobierno británico apoyase a su familia en su deseo de unificar Arabia Saudí.
A priori los hechos que relata la película son tan desconocidos como, sinceramente, faltos de interés. Nos muestra “el otro lado” de los acontecimientos de ‘Lawrence de Arabia’. El guion se empeña en demostrar y subrayar que los señalados como “malos” en la película de David Lean son en realidad los buenos, y que el mítico oficial inglés no es más que un pelele sin conocimiento del mundo árabe. Quizá este es el aspecto más negativo de ‘Nacido rey’; el espectador asiste impasible ante lo que no parece ser más que un panfleto de enaltecimiento de la monarquía de Arabia Saudí. Pero bueno, siendo sinceros, ¿qué película biográfica acerca de un personaje histórico no lo hace?
El joven actor Abdullah Ali es el epicentro de todo el metraje, y está prácticamente en cada una de las escenas. Lleva la batuta de líder con honra y defiende bien el puesto. Aunque es cierto que arrastra un semblante mustio y trágico en cada uno de los planos; lo que, lejos de otorgarle al conjunto un lado épico shakesperiano provoca que nos aburramos con el que tendría que ser nuestro líder. Eso provoca que estemos constantemente deseando que le acompañen el mapa de ricos secundarios que pueblan la película. Resaltar el carisma de Ed Skrein y de nuestro Rubén Ochandiano; que hace lo que puede con un papel que no da más.
Todos los apartados técnicos están resueltos de forma más que notable; la fotografía nos recuerda a la épica de Ridley Scott, la música no molesta y enaltece, el sonido nos mete en el contexto histórico… todo está bien. Pero ya está, se queda ahí. Es como la dirección de Agustí Villaronga; es notable, pero no deja impronta. Realmente la película podría estar dirigida por otra persona y no lo notaríamos. Es de entender que, al ser su proyecto más comercial y ambicioso, haya querido “asegurar el tiro”; pero quienes lleven siguiendo su obra desde ‘Tras el cristal’ añorarán la mano autoral que siempre ha demostrado.
‘Nacido rey’ es una película disfrutable y que en ningún momento cae en la desidia, lo que es de agradecer. Sirve para acercarnos a un personaje y un contexto que quizá en occidente nos es muy ajeno, y eso contentará a quienes les apasione el cine histórico. Aun así, es una película a la que le falta la pasión y garra de la que sabemos que Agustí Villaronga es capaz.
Nota El Blog de Cine Español: 5.
Crítica de Toni Sánchez Bernal