Me levanto de los sueños de Morfeo tras una breve siesta y me encuentro con la noticia del fallecimiento de José Luis Cuerda, el director creador de la comedia surrealista que firmó con “Amanece, que no es poco” (1989), una de las mejores películas españolas de todos los tiempos. Casi tres décadas después rodó, muy débil, después de recuperarse de una enfermedad, “Tiempo después”, considerada como una especie de segunda parte de ésta gracias al apoyo de un grupo de fanáticos de “Amanece, que no es poco” como Arturo Valls, Edu Galán, Félix Tussel, Andreu Buenafuente y Berto Romero, entre otros.
No se hizo rico como director pero sí como productor al tener la visión de producir las primeras películas de Alejandro Amenábar (“Tesis”, “Abre los ojos” y “Los otros”). Con éstas ganó dos Goya y otros tres con largometrajes propios, dos como guionista (“La lengua de las mariposas” y “Los girasoles ciegos”) y otro al mejor largometraje con “El bosque animado”.
Descanse en paz, aunque siempre estará vivo gracias a sus largometrajes y sus libros.
P. D. “¡Se me está muriendo divinamente, te lo juro! Qué irse, qué apagarse, con qué parsimonia. Estoy disfrutando que no te lo puedes ni imaginar”. De ‘Amanece que no es poco’. Adiós Maestro #joseluiscuerda
¡no aguanto ya este sindiós!
Un gran director, una gran persona, un gruñón único. Si José Luis tenía que echarte la bronca, te la echaba. Si no había motivo para que te la echase…. también te la echaba. Pero luego te decía que le perdonases, que era iracundo, y todo solucionado. ¡Qué grande eres, José Luis, estés donde estés!. No te nos mueras más, anda.