En el día de hoy la Academia de Cine ha hecho públicas las propuestas de las productoras en todas las categorías de la 34 edición de los Premios Goya. Éste es uno de los momentos más esperados para los seguidores de la carrera nacional de premios, ya que tradicionalmente la distribución de las categorías interpretativas depara más de una sorpresa que obliga a replantear las quinielas que se venían haciendo.
En los dos últimos años, las propuestas definitivas se ajustaron en general a lo razonable, respondiendo en líneas generales a la realidad de la cosecha y no causaron demasiado revuelo. Sin embargo, el anuncio de hoy ha sido una auténtica locura.
Parece que la industria nacional se ha visto contagiada por el más puro estilo Oscar, en los que la estrategia de los estudios norteamericanos se basa desde hace años en un afán de maximizar el número de nominaciones y evitar la competencia entre intérpretes de una misma película. En las propuestas dadas a conocer hoy resulta evidente las tácticas seguidas por algunas productoras y el componente estratégico de muchas candidaturas.
Dos son las películas en las que se observa una estrategia pura, que son las que corresponden a los dos directores estrella de nuestra cinematografía: Pedro Almodóvar y Alejandro Amenábar. En la primera de ellas, “Dolor y gloria”, la primera sorpresa es la inclusión de Penélope Cruz como candidata a mejor actriz protagonista. Conociendo el amor de la Academia por la de Alcobendas, nos hace temer que a pesar del fraude de categoría, sea una candidata segura y estropee el que se preveía el cuarteto más fresco de la categoría en años, con cuatro actrices sin premio (Nieto, Castro, Cuesta y Fernández) batiéndose por el cabezón. El siguiente shock nos lo hemos llevado en la categoría de actor de reparto: Leonardo Sbaraglia, cuya escena con Antonio Banderas es tal vez el punto más álgido de la película y en la que el argentino conmueve a través de sus ojos vidriosos, ha sido excluido de los candidatos. Las decisiones de El Deseo parecen llamadas a allanar el camino a Asier Etxeandía y Julieta Serrano en su lucha por los Goyas de reparto, y que hoy han visto como no contarán con competencia potente por parte de su misma película.
En el caso de “Mientras dure la guerra”, Alejandro Amenábar calca la estrategia que siguió con su exitosa “Mar adentro”. En aquel lejano 2004, la película sorprendió con una táctica novedosa por aquel entonces. Las propuestas actorales remitidas a la Academia se limitaban a 6 intérpretes, ni uno más, obviando a varios actores del concurrido reparto a pesar de que algunos habían recibido elogios (como Joan Dalmau y Clara Segura). Además, se cuidaba al milímetro las propuestas de cada uno de los intérpretes de manera que se abarcaran todas las categorías posibles, en ocasiones forzando la máquina (recordemos que Lola Dueñas claramente no era protagonista de “Mar adentro”). A pesar de todo, la maniobra no pudo ser más exitosa: la película no sólo logró colocar a todos los intérpretes propuestos entre los nominados, sino que también consiguió el único pleno en las categorías de interpretación que ha habido en la Historia de los Goya. El objetivo de “Mientras dure la guerra” es el mismo: hay exactamente 6 actores propuestos, uno por cada categoría interpretativa. Para ello les ha dado igual el absurdo de tratar a Patricia López Arnaiz como protagonista, o tener que sacrificar a Mireia Rey, quien encarnaba muy solventemente a la mujer del caudillo. En mejor actor de reparto, al igual que en la película de Almodóvar, el objetivo principal parece salvaguardar su mejor baza en la categoría, que no es otra que el Millán Astray que interpreta Eduard Fernández. Para ello directamente hacen desaparecer a todo el estupendo reparto masculino de la película, robando a los académicos la posibilidad de votar a actores como Luis Zahera, Luis Callejo o (para mí el más doloroso) un fantástico Tito Valverde.
Las sorpresas no acaban allí. También al más puro estilo norteamericano, este año las productoras han tenido en cuenta la norma que impide a un mismo actor salir nominado dos veces en una misma categoría y han condicionado sus propuestas en base a los otros trabajos de sus intérpretes. Así, ante la nominación cantada de Eduard Fernández por “Mientras dure la guerra”, el equipo de “La hija de un ladrón” ha decidido inventarse que en su película el actor catalán es protagonista. De igual manera, su hija, la emergente Greta Fernández es también protagonista del fraude de categorías. “Elisa y Marcela” es una película en la que no hay ninguna duda que hay dos protagonistas y en la que Greta tiene el conflicto principal en su lucha contra la incomprensión y la intolerancia. Sin embargo, para los Goya su interpretación es la de una actriz de reparto. ¿Hay alguna explicación dentro de la narrativa de su personaje que justifique esa decisión? No, el único motivo por el que Greta Fernández compite como secundaria por “Elisa y Marcela” es que este mismo año ha ganado la Concha de Plata por otra película.
La lista de rarezas en esta edición no acaba ahí: David Verdaguer secundario por “Los días que vendrán”, Aura Garrido secundaria por “El asesino de los caprichos”, o Ernesto Alteiro de protagonista por “Ventajas de viajar en tren” no hacen más que poner de manifiesto que es fundamental la constitución de un comité dentro de la Academia que evalúe las propuestas realizadas por las productoras para vigilar que responden a criterios estrictamente cinematográficos, ajustados a la realidad de las películas candidatas. El cachondeo generalizado en este año sienta un terrible precedente que puede desvirtuar por completo las nominaciones que se anuncien el próximo 2 de diciembre. No copiemos lo peor de los premios Oscar, y sí cuidemos un poco a nuestros premios, que no cuesta tanto.
JAVIER CASTAÑEDA
Totalmente de acuerdo. Estupendo artículo.
Querido Javi, me excitas tanto cuando te pones firme…
Como te apunté en Twitter, Óscar TA te pones palote rápido, tanto con Javi, como si Amenábar supera a Mediaset en taquilla (Lo dejo cuándo quiera)….
Fuera bromas, estoy muy de acuerdo con lo que decís sobre el vaivén entre protagonista/reparto. Pero al menos, dichas interpretaciones se pueden votar aunque sea en categorías que no se corresponden a la realidad.
Pero lo de omitir a Sbaraglia, me parece una mezquindad y una injusticia atroz.
Si la causa es por El Deseo, me parecen unos mediocres, rácanos y ruines.
Espero que la Academia pueda hacer algo, aunque no sé.
También es una pena lo de Tito Valverde, que acierta en el tono con su general Cabanellas, está estupendo.
¿En serio tenemos que leer “mamoneo” en un titular? , ¿pero vosotros habéis ido a alguna clase de periodismo?
Dudo muchísimo que Pe hubiera perjudicado a Julieta. Leonardo, tal vez a Asier sí (me refiero para ganar), pero porque tampoco hay una actuación super rotunda de este y Sbaraglia se roba la peli con su personaje lleno de ternura, mientras habla de los excesos y de su nueva vida. Y le da a Banderas su mejor escena a nivel interpretativo de la peli.
Aura Garrido, sí me esperaba que fuera a reparto, a lo Cámara en Trumn, y lo de Greta es muy Rooney Mara en Carol, que la metieron en reparto por un papel casi más protagónico que el de Cate.
El de Sbaraglia era el Goya que me hacía más ilusión dando por asegurado el de Julieta Serrano.
¿Y por qué no presentan a Rosalía? Estoy atónito
El titular es penoso, el contenido del supuesto artículo da vergüenza y además, ¿qué problema hay en que una productora proponga a quién le beneficie para unos premios que lo que buscan es apoyar a las películas de manera industrial que es para lo que se inventan los premios? Que son los Goya, que no es el nobel de la paz
Para los que os escandalizáis con el titular: sois un coñazo.
Ningún problema, David, pero no somos sujetos pasivos y tenemos todo el derecho a criticar sus decisiones.
El Deseo ha tirado a la basura la posibilidad de dos nominaciones que tenía seguras (Sbaraglia y Rosalía), tres si la Academia no traga con lo de Penélope. En cambio, La trinchera infinita ha colocado de manera exquisita a todos sus actores y ojalá entren todos (y yo habría añadido al cartero gay).
Rosalía nominada de qué Por decir una frase y cantar 30 segundo A tu vera?
No hubiera tenido sentido esa nominación. Y no es nada contra Rosalía, que conste.