El director Oliver Laxe acaba de triunfar en el Festival de Cine de Cannes y es que no es para menos. Tras el estreno de su tercer filme “O que arde” -un auténtico regalo a la Galicia más rural- ha recibido el premio Un Certain Regard (Una cierta mirada) así como el Premio del Jurado postulándose como uno de los directores españoles con más vista internacional.
“Lo que arde (O que arde)” se estrena mañana 11 de octubre y la crítica ya ha hablado. Laxe destacó por su primer filme “Todos vosotros sois capitanes” (2010), una obra muy diferente a la actual, y por “Mimosas” (2016), trabajos también reconocidos y premiados en Cannes. Su nueva obra trata sobre un pirómano excarcelado, Amador (Amador Arias), que regresa a su añorada Galicia tras cumplir condena, donde le espera su madre Benedicta (Benedicta Sánchez Vila) cuya relación es fría e insólita difiriendo la que cualquier madre podría mantener con su hijo. La trama se desarrolla en la Galicia más rural, rica por su clima áspero y frío y por su naturaleza inverosímil. Este trabajo queda reflejado de la mano de Mauro Herce, director de fotografía, cuyos paisajes aparecen sobreexpuestos como si estuviéramos contemplándolos en el mismo instante. Junto a ello ricas sintonías que refuerzan las escenas, avivan la pasión y recrean una sensación de pánico constante, acompañado de un breve pero profundo guion, lleno de matices y de sobresaltos, ahondando en la sobriedad y la complejidad de ambos protagonistas.
El director francogallego vuelve a apostar por una trama lenta y profunda. La historia comienza de forma pausada, incluso puede crear bostezos, dejando de manifiesto desde un principio que la acción transcurrirá casi a su finalización. A medida que se va desarrollando se observan indicios de rapidez y precisión a pesar del desarrollo de subtramas que nada tiene que ver con la principal. Si hay algo clarividente es que no se trata de un filme apto para todo tipo de público -declaración que el propio Laxe daba a los periodistas de Cannes-. Aún así, se trata de una obra clásica, con escenas típicas y movimientos costumbristas que se entremezclan con las tendencias actuales.
La intimidad con la que se desarrolla está siempre de cuerpo presente y, por consiguiente, la tristeza y melancolía que desprenden sus protagonistas. Observamos un Amador Arias cansado, profundo, un auténtico lobo solitario que no muestra gratitud por la nueva vida que posee -en escasas ocasiones cuando reaparece la veterinaria (Eva Fernández)-. De igual modo, Benedicta Sánchez Vila ahonda en un ser doloroso, rota de dolor y acostumbrada a las desavenencias de su hijo, un alma pura. A pesar de no ser actores conocidos saben jugar muy bien sus cartas.
Quizás lo verdaderamente importante para el director, y por tanto su denuncia, es lo que la sociedad española viene acusando repetidamente, y es que cada vez son más los incendios forestales que se producen en España con el fin de convertir zonas campestres en zonas turísticas; aumentar la riqueza de los más poderosos. Laxe realiza una severa crítica al Gobierno que se mantiene ausente ante estos hechos pero tal vez no haya conquistado al poder institucional pero sí a Cannes y, sobre todo, a los gallegos.
Nota El Blog de Cine Español: 7,5.
Antonio Carlos Solis Monge
