El pasado fin de semana dio la sorpresa en la taquilla la película española “Barcelona 1714”, escrita y dirigida por Anna M. Bofarull, al conseguir una recaudación de 40.162 € y una excelente media por copia (17) de 2.362 euros. La mala noticia es que se trata de un largometraje creado a favor del movimiento independentista catalán que, además, deja mucho que desear a nivel profesional y cinematográficamente hablando (esos cromas, esa historia, ese trabajo actoral…). Si hay público para este tipo de historias, nada que objetar, pero al menos se podría hacer un trabajo digno porque se dice que “Barcelona 1714” ha costado 1,6 millones de euros…
En su coral reparto destacan Alba Brunet, Bernat Quintana, Juanjo Puigcorbé, Àlex Casanovas, Miquel Sitjar, Francisco Garrido, Ferran Carvajal, Mikel Iglesias, Oriol Grau, Fermí Fernández, Txe Arana, Joan Negrié y Mercè Rovira, entre muchos otros.
¿De qué va este drama histórico bélico?
Barcelona 1714 es la historia de Agnés, una chica que intenta sobrevivir en una ciudad en guerra. Con la vitalidad de su juventud, Agnès aspira a vivir, a huir de la ciudad, lo que no puede entender Jan, joven oficial dedicado en cuerpo y alma a la defensa de su patria. Después de muchas decepciones y duras experiencias, Agnès deberá tomar una decisión vital: subir al último barco que saldrá de la ciudad o quedarse para luchar hasta el último momento, junto a su gente. Es una historia de amor, intriga y acción en medio de una Barcelona que lleva más de un año sitiada. Agnès será la protagonista de esta película de ficción. En su lucha diaria para poder sobrevivir, cuando ya se están agotando todos los recursos y parece que la ciudad no podrá aguantar mucho más, deberá aprender a reconocer aquellos que pueden ayudar.
El tráiler (no os lo perdáis, masterclass de como no debe usarse el croma):
Estoy casi seguro de que los catalanes están avergonzados de cómo ha salido la peli. Es un claro ejemplo de ‘fuego amigo’.
Yo lo veo como aquellas pelis que son cómicas involuntariamente, que pretenden ser dramas o tragedias y, lo que sacan, es, una sonrisa continua del espectador
Madre mía, 1,6 millones en cromas y en hacer un tráiler magnético.
Le pasa lo peor que le puede pasar a una película de corte “histórico”: que los actores se vean (y sé perciban) diafrazados, hasta en peluquería.
En cuanto a las interpretaciones y el libreto, incluso en boca de actores de talento, que alguno asoma, lo que muestra el tráiler da sonrojo.
Lo que más me asombra es que cualquier birria obtenga financiación y público sólo con arrimarse a ciertos postulados. Eso explica muchas adhesiones.
¿Dónde está el talento cinematográfico? Se puede contar cualquier cosa, sea verdad o mentira, y llegar lejos, hacer una buena película (el cine está repleto de ejemplos al respecto).
Pero aquí no se ve ni pizca de garra. O se han ido todos los profesionales competentes a Los Ángeles o trabajan encantados en el cine y las tvs españolas en general,o ya me contaréis.
Patético.