Es una pena ver como una buena serie como “Malaka“, protagonizada por Salva Reina y Maggie Civantos, no consigue el favor del público pero hay que admitir que los tiempos han cambiado y, desde hace un lustro aproximadamente, es difícil enganchar al espectador con una serie de emisión en abierto. El público joven, y no tan joven, de 45 para abajo, ya se ha acostumbrado a ver la series cuando quiere, es decir, sin tener que verse obligado a estar sentado en su casa un día y a una hora concreta. Así, espero que sus visualizaciones a través de la plataforma de Internet de RTVE sean muy buenas porque si no creo que no habrá segunda temporada de esta serie rodada íntegramente en Málaga.
El caso es que la emisión del cuarto episodio de la serie “Malaka” en TVE1 se saldó con un pobre share del 8 % y 1,1 millones de espectadores, viéndose superada ampliamente por “Got Talent” (2,6 millones de espectadores) y “La Voz Kids” (2 millones de espectadores). Particularmente, pues estoy viendo esta producción de Globomedia, os recomiendo ver esta serie porque es un thriller más que solvente donde Salva Reina demuestra cada día que es mejor actor dejando a un lado su registro cómico.
¿De qué va este thriller policíaco?
Darío (Salva Reina), un policía corrupto que conocen muy bien la calle; y Blanca (Maggie Civantos), una agente de élite que regresa a Málaga después de pasar unos años en Madrid, se ven obligados a trabajar juntos cuando desaparece Noelia, la hija de un importante empresario de la ciudad. En la investigación se implica Quinto (Vicente Romero), ex policía reconvertido en detective privado al que también persigue su pasado. Las cosas se complican con la aparición de una nueva droga que desata la guerra entre las bandas de traficantes que manejan el negocio. Entre los jefes sobresale La Tota (Laura Baena), que dirige con mano de hierro el clan de Los Cucos.
El tráiler:
A estas alturas lo que TVE, Mediaset y Atresmedia deberían hacer es oficializar los datos de audiencia en diferido y las visualizaciones de las series (y por supuesto programas) en su página web y tenerlos también en cuenta a la hora de renovar las series. Eso sí, sin dejar de priorizar la audiencia en directo.
Así podrían perdurar en estos tiempos del streaming o, al menos, sobrevivir un poco más antes de que Netflix y compañía se las coman casi inevitablemente.