El Festival de Toronto acogió la presentación de Mientras dure la guerra, sexta película de Alejandro Amenábar, la primera que produce Movistar + y la vuelta del director al cine en español tras el fiasco que supuso la olvidable Regresión. La expectación era máxima dado que sin apenas verla nadie figuró en la terna de películas que la Academia seleccionó como potenciales esperanzas para los Óscar y figura en numerosas quinielas ciegas para ser una de las principales acaparadoras de nominaciones a los premios de cine patrios.
Tras el pase comenzaron a llegar las primeras críticas y la reacción ha sido más bien desigual. Si bien en todas ellas se destaca el aspecto técnico de la película, donde brilla el diseño de producción y en general el aspecto visual de la película. Las interpretaciones también resultan bien paradas, sobre todo se destaca el Unamuno de Karra Elejalde, en una interpretación de las que marcan una carrera, así mismo destacan pero más a modo de comparsa el buen hacer de Eduard Fernández o Santi Prego como Francisco Franco
Menos entusiastas se muestran en cuanto a las formas de la película, demasiado académicas y acartonadas, quizá pasadas un poco de moda y con la épica tan estudiada para emocionar que al final resultan algo frías, condicionando así sus posibilidades dramáticas a la hora de mostrar los acontecimientos pasados que tanto marcan la actualidad política presente. “A pesar de la loable seriedad de sus intenciones la impresión final es que sus posibilidades dramáticas quedan inexploradas”, reza la reseña de Jonathan Holland para The Hollywood Reporter.
En su ficha de Rotten Tomatoes se muestra un 57% de críticas positivas, un indicador poco prometedor (Lo Que Arde tiene un 100% de críticas positivas, ¿se traducirá en un mayor reconocimiento en los Goya?).
En el global de las críticas se deja entrever cierta decepción no porque sea una mala película si no porque se queda a medio camino de la gran película que podría hacer sido. Alejandro Amenábar intentará darle la vuelta a las críticas jugando en campo local porque en un par de semanas se presentará en el Festival de San Sebastián ante un público con más cercanía a los acontecimientos que se narran y valorar el trabajo de director, que compone una vez la música de la película.
¿De qué va?
En 1936 el escritor Miguel de Unamuno decide apoyar el levantamiento militar, inmediatamente es destituido por el Gobierno Republicano como rector de la Universidad de Salamanca, con el paso del tiempo verá que Franco, Millán Astray y demás militares empiezan a dejar ver sus intenciones genocidas llevando a la cárcel a alguno de sus amigos. Unamuno comenzará a replantearse su posición.
PAULO CAMPOS
Van a mantener ese póster?
Son muchos los que le tienen ganas Amenábar, básicamente a que fracase. No tanto por su persona, sino por el tipo de cine que hace.