El problema de las subvenciones, de cualquier índole, no es que existan si no el mal uso que se haga de ellas. Así hace unos días se publicó que el Instituto de Finanzas de Cantabria (IFC) reclama al productor, director y guionista Emilio Ruiz Barrachina 1,5 millones que recibió en ayudas públicas en 2014 para rodar un largometraje, con el título de “Cuervos”, que, finalmente no llegó nunca a estrenarse, y, según parece, tampoco llegó a realizarse. De esta forma, las subvenciones de 700.000 y 450.000 euros concedidas por el ejecutivo cántabro se perdieron, presuntamente, misteriosamente.
“El proyecto por el que se concedió el aval garantizaba que las subvenciones [del Ministerio de Cultura] que recibiría la película tras el estreno serían destinadas al abono de los préstamos, pero nos encontramos ante la rarísima situación de que la película no se llegó a estrenar. Tenemos sospechas de que el dinero se destinó a otras sociedades que no se encargaban de la producción del trabajo”, sostiene una fuente del IFC, que añade que se trata del único aval concedido a una producción cinematográfica de esta envergadura por el organismo en la última década.
Este polémico director, y poeta, estrenó el año pasado su último largometraje, “Bernarda”, que contaba con un reparto femenino de lujo formado por Assumpta Serna, Victoria Abril, Elisa Mouliaá y Miriam Díaz Aroca, aunque su calidad cinematográfica es más que discutible…
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Vistas las otras películas del director, yo creo que debería darse por bien invertido el dinero en que no haga películas.
Es un fascinante caso de falta absoluta de talento más talento para convencer a otros que se sumen a sus descabelladas propuestas.
Ed Wood estaría orgulloso de su discípulo.