Buenas noticas nos llegan desde le Croisette. Después de la excelente acogida de Dolor y gloria de Pedro Almodóvar, otra película española genera grandes halagos entre la prensa especializada. Se trata de Liberté del catalán Albert Serra, el más francés de los cineastas españoles, que provoca al público con su última película, la cuarta que se pasea por el certamen francés. Esta coproducción española se sitúa como una de las mejor valoradas del certamen, tal como podemos consultar en el panel crítico de todaslascríticas, portal que recoge las puntuaciones de los principales medios.
“No me gusta gustar, me siento más a gusto en la provocación”. Así presentaba el director catalán Albert Serra la película Liberté en la sección Un Certain Regard en el Festival de Cannes. Las reacciones no se han hecho esperar y están siendo de lo más entusiastas ante la explícita película del director español más francés del momento. Desde “ejercicio de blasfemia” pasando a “se huele el sexo desde la sala de cine” hasta “Serra consigue con las miradas entre los protagonistas o desde el público en la sala elevar el lenguaje cinematográfico a un nivel único en el cine actual”.
El abandono masivo de espectadores durante la proyección y las loas de la prensa especializada la posicionan como una de las películas más a tener en cuenta en el panorama cinematográfico contemporáneo y confirman a Serra como uno de los pilares del cine independiente español y su afán por utilizar el cine para provocar viscerales opiniones. La película que está producida por Andergraun Films aun no tiene fecha de estreno en España, aunque con la polvareda que ha levantado, nunca mejor dicho, esperemos que pronto le pongan fecha en el calendario de estrenos.
De qué va: Liberté es un explícito experimento de vouyerismo sexual y cinematográfico sobre un grupo de libertinos que abandonan la restrictiva Francia de Luis XVI. Recalan en Alemania y allí las noches y un bosque serán testigos de como dan rienda suelta a esa libertad sexual y de como la sociedad observa con morbo, pudor o envidia esas actividades.
PAULO CAMPOS
Sinceramente más allá de las críticas no entiendo ir a un festival del nivel de Cannes y salirse de la sala… aunque no me guste la película, salvo que dure 4 horas, yo la veo, aunque mire el móvil… no sé nunca he entendido eso cuando vas a ver una peli, menos en un festival xDDDDD
álex, lo que yo no entiendo es que en un sala de cine la gente esté con el ‘dichoso móvil’, si no te gusta la peli, pues sin problema, se sale uno de la sala y ya está, no pasa nada. Pero con lo de mirar el móvil sí que no transijo, que se vayan de la sala y vayan a molestar a otro lado.
Planteemos la situación: Has entrado a ver una película, en Cannes o donde sea. Dura lo que dure, poco o mucho. Y es un tostón de impresión. Es una bodrio imposible. Y te queda aún una hora. Y piensas en esa cervecita fria, en una terracita gala, que te recompensará de dolores de cabeza. Y sobre todo, piensas que la vida es muy breve como para malgastarla viendo películas que sabes que no quieres terminar.
Y te vas. Y tan contentos. Todos.
Dicho esto, Serra habrá perpetrado otro de sus infectos films, que sólo gustan a los cuatro de siempre, impertérritos ellos. Postureo lo llamaban antes.
Claro, claro Don Rigoberto. Recuerdo que “la mort de Louise XIV” gustó a más de cuatro. Tambien parece que “liberté” ha gustado a más de cuatro. Pero a usted le parece un film infecto, mientras que califica “la pequeña Suiza” de obra muy estimable.