La segunda película del director Nicolás Muñoz, Animales de Compañía, se ha hecho esperar diez años después de su Ópera Prima de 1999 titulada Rewind.
Animales de Compañía todavía no tiene fecha de estreno pero os puedo comentar, porque ya la he visto, que estamos ante una tragicomedia sobre la familia, más concretamente con todos los trapos sucios que salen a la luz en las cenas familiares.
De la película podemos destacar al veterano Miguel Rellán, un actor que me gusta bastante y que no ha podido destacar mucho en cine. Le acompañan en el reparto Mireia Ros, María Botto, Nancho Novo, Cristina Alcazar, Francisco Boira y Javier Pereira.
Animales de compañía no tiene un gran número de gags, y se hace un poco pesada, la mayoría de las escenas cómicas vienen del personaje interpretado por Nancho Novo.
Como es lógico en este tipo de historias, durante la cena se irán produciendo toda una serie de acontecimientos que sacarán a la luz todos los problemas de esta familia pero también todo el cariño que, en el fondo, se tienen los unos a los otros.
Poco más que destacar en mi crítica sobre la película Animales de Compañía, sólo que es un producto medianamente aceptable y poco más.
La sipnosis de Animales de Compañía es la siguiente:
Rafa (Miguel Rellán) cumple 65 años y, a su edad, sabe de sobra que las cosas salen siempre peor de lo que uno espera. Lo que él espera es que su hijo pequeño llegue tarde al cumpleaños y pase la mitad de la velada hablando con el móvil. Que su hija mediana, si es que llega, lo haga más tarde aún y sin regalo. Que su hija mayor no pare de meter cizaña sobre la mediana, y que su mujer simule todo el rato que son una familia perfecta. Eso es lo que Rafa espera.