CRÍTICA PELÍCULA “MIAU”: CUANDO UNA HISTORIA PEQUEÑA SE HACE GRANDE PORQUE TE DESPIERTA ALGO DENTRO DE TI

“Miau”, segundo largometraje del director maño Ignacio Estaregui (“Just&Cía”), es una de esas películas modestas, de bajo presupuesto, pero cuya historia y cuyos personajes están tan bien que se acaban colando en tu corazoncito. “Miau”, adaptación al cine de la novela “Hilo musical para una piscifactoría” escrita por Juan Luis Saldaña, cuenta una historia sencilla, el plan de atraco de una obra de arte por parte de cuatro jubilados, pero que acaba haciéndose grande porque estamos ante una película que despierta las ganas de vivir.

En cuanto al reparto destaca sobre todo un magnífico José Luis Gil y un Manuel Manquiña cuya presencia provoca el despertar de nuevo a la vida del resto de sus compañeros. Un personaje que quiere explotar al máximo cada día -cuando veáis la película sabréis el porqué-. Álvaro de Luna cumple en su último trabajo en cine al igual que Luisa Gavasa. Como dice el personaje de José Luis Gil, no importa si el plan sale bien o no sino lo que están viviendo antes de llevarlo a cabo.

Por otro lado, hay que destacar que la falta de presupuesto se nota en algunas secuencias que deberían haber estado más cuidadas. Un ejemplo es un viaje en coche donde el reflejo del sol tapa los rostros de los actores cuando, imagino, que no debería hacerlo. Y, también, a mitad de metraje adolece de una pequeña falta de ritmo que, seguro, que con más tiempo y más presupuesto Ignacio Estaregui y su equipo hubiesen solventado con facilidad.

A destacar también los créditos iniciales con esos muñecos de plastilina que sirven para presentarnos a los principales personajes de esta historia y, cómo no, la que para mí es la mejor escena de la película, cuando el personaje de Manuel Manquiña le confiesa a su amigo, interpretado por José Luis Gil, que huya, que él se queda atrás y le da una razón más que razonable para hacerle caso. Ese cruce de miradas, esos ojos de Gil diciendo “sí, amigo, lo que me estás confesado yo también lo tengo”. Pero se queda quieto, con los ojos llorosos, incapaz de articular palabra.

P. D. El título de la película se refiere a una expresión muy típica aragonesa, sobre todo de la zona de Zaragoza, que significa “Ya está hecho”.

Nota El Blog de Cine Español: 6.

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