Las primeras miradas entre dos personas que se atraen suelen ser reveladoras, sobre todo si te ocurre por primera vez. Además a las protagonistas de nuestra historia todo ello les pasa en un limbo entre lluvia y plástico, con una cámara nerviosa que expresa prisa y el rubor del primer amor.
Carmen y Lola es la ópera prima de Arantxa Echevarría, una historia de amor entre dos adolescentes gitanas que ven como su techo se rompe, mirando más allá de lo que se habían permitido. La periferia de Madrid es en el film, como un anillo invisible que amarra los sueños de dos mujeres muy distintas. Lola es una chica inquieta, que sabe que estudiar puede ser el billete de ida para una vida mejor, y que no va a conformarse con lo que está establecido para ella. Carmen parece más conformista, y su arco emocional le hará replantearse toda su existencia durante la película. Juntas forman una de las parejas más bellas del cine de 2018.
Me gusta como su directora muestra el costumbrismo casi de un modo documental al principio y como luego los personajes y sus emociones dominan cada secuencia haciéndonos sentir cada pulsión, cada derrota y cada triunfo. Es una película con una capacidad sobrecogedora de involucrar al espectador y ahí radica gran parte de su éxito.
Otro de los aspectos que me entusiasman de la película es como sale airosa de todo lo que se propone, incluso de los momentos más complicados como son: mostrar el fanatismo religioso o la cultura étnica donde contextualiza la historia. Da la sensación de que es la película que quiere ser y eso es uno de los mejores aciertos que se pueden destacar de ella.
Es de agradecer también, la frescura que aporta al filme ver caras nuevas desenvolviéndose en personajes protagonistas. Zaira Morales conecta con la psique de Lola, su personaje cien por cien, y resuelve escenas realmente difíciles de manera excelente. Rosy Rodríguez dota de desparpajo y gracia natural a Carmen y convence en los momentos más exigentes. En personajes de reparto cabe destacar a Moreno Borja, a Carolina Yuste y sobre todo a Rafaela León, que interpreta a la madre de Lola, desatando emoción desde las tripas.
La película fue seleccionada para la quincena de realizadores de Cannes, todo un hito, siendo la primera directora española en conseguirlo. Además ha sido candidata a gran cantidad de premios de la industria de España. Entre ellos, cabe mencionar las ocho nominaciones a los premios Goya.
Como los pájaros sobrevolando el mar, en calma y plenamente conocedores de su horizonte, la película derriba las verjas que impiden ver con claridad las luces y las sombras de lo desconocido, y el mundo interior de las personas que retrata. Quizá por ello, Carmen y Lola ha emocionado a los espectadores que ya la han visto, y seguramente lo haga con todos aquellos que aún no las conocen. Una de las películas españolas del año, sin ninguna duda. Quizá las vistas hacia ese horizonte amaneciendo sean mejor incluso que en las películas.
Nota El Blog de Cine Español: 8.
Chema López
Bravo por esta crítica, una de las que mejor describe esta peli que tiene el don de ser super modesta y grande a la vez. En ningún momento se echa en falta una mayor factura, y también es sorprendente cómo trabaja la emotividad y sale airosa de cada reto.
Bonita crítica