Hoy tenemos el placer de charlar con el compañero Alejo Moreno, conocido en el gremio por trabajar en TVE en el programa “Días de Cine”, el cual este año ha estrenado su primer largometraje de ficción, con el título de “Diana“, una producción low cost, financiada por él mismo, que os aseguro que es una de las propuestas más interesantes que podréis ver de nuestro cine este 2018. Sobre su Ópera Prima y sobre el estado actual del cine español hablamos en esta entrevista. (“Diana” se puede ver todos los jueves a las 20:20 horas en los cines Renoir de Madrid con coloquio posterior de su director. Compra tus entradas aquí).
Entrevistamos a Alejo Moreno, director de la película “Diana”.
– Pocos productores y directores, más bien ninguno, se atreve hoy día a levantar una película con dinero de su propio bolsillo, ¿cuándo apostaste por autoproducir totalmente tu primer largo de ficción y cómo lo hiciste?
Lo hice tras años intentando encontrar fondos de financiación o apoyos cuya participación en el proyecto no implicaran un cambio en su esencia, en la historia, en la forma de producción que elegí y en lo que se quería contar. Ahí radicaba el problema; no era que no tuviera algunas ofertas, es que todas pasaban por sistemas de producción que eternizaban el proceso y por hacer una película distinta. En otras ocasiones no me ha importado aceptar ofertas externas y hacerlas mías en la medida de lo posible, pero en el caso de “Diana” eso no era una opción: por encima del deseo de rodar, se imponía otro aún mayor que era vomitar lo que llevaba dentro. Quería que fuera una película de su tiempo.
– Tu Ópera Prima se presentó en la sección ZonaZine del pasado Festival de Málaga y también en el de Montreal. Además, en los próximos días también se podrá ver en Abycine y en la Seminci, por lo que podríamos decir que estamos ante uno de los filmes independientes españoles del año, ¿no?
– Si hay esa percepción de Diana, me alegra mucho y espero que beneficie a su recorrido. Espero que todavía nos quede mucho por explorar. Lo que notamos con la película es que tiene un público muy amplio y entusiasta y que está muy lejos de haberse agotado. Conecta con la gente. Por eso insistimos en su exhibición en salas aunque nos robe tanta energía.
– “Diana” lleva ya 3 semanas en los cines Renoir de Madrid y ahora se mantendrá cada jueves, en un único pase a las 20:20 horas. ¿Llegará a más cines de otras ciudades próximamente? ¿Cómo estás trabajando el tema de la distribución?
Para mí los Renoir eran clave y me alegra mucho que haya funcionado la estrategia allí. Es un cine fabuloso y una cadena a la que la gente le tiene afecto. Yo el primero. De modo que espero que nos mantengamos meses y meses en ese pase especial con coloquio posterior (risas) que, por cierto, es muy gratificante ese contacto directo con los espectadores que acuden a la sala. Y sí, ahora recalaremos en cines concretos de capitales en las que trabajaremos una a una la comunicación, etc.. con ánimo de llegar a nuestros espectadores potenciales en cada plaza.
Decidí distribuir yo mismo no por una cuestión ególatra ni con la ingenuidad de quien cree que es algo sencillo (sabía que me metía en un berengenal..) Mantuve contacto con algunas que tienen una infraestructura muy capaz de hacer un trabajo excelente pero mi película es muy pequeña y arriesgada para ellos. Las más pequeñas hacen un trabajo loable pero conozco un poco los entresijos y para mí, tras años de esfuerzos luchando la película, sencillamente no eran planteables dos supuestos: por un lado perder un porcentaje considerable de los beneficios que pudiera obtener la película y por otro renunciar a generar una publicidad distinta, buscando la originalidad en todo momento. Si eres pequeño como nosotros, no te puedes permitir jugar en la liga de los grandes porque no tiene sentido. Debes buscar los resquicios que dejan los demás y eso exige un trabajo que una distribuidora, como es lógico, no puede dedicar porque no caería la balanza a su favor entre tiempo + energía invertidos y retorno económico. No es una crítica al sector porque me parece razonable. Pero esa circunstancia, entendía yo, podía condenar al ostracismo a Diana.
Yo he apostado por estar presente en varios cines planteando decorados especiales, instalaciones artísticas hechas con Armando Seijo (director de arte de la película), un trabajo en redes muy curtido pensado junto a la directora de foto de la peli, Irene Cruz, y coloquios con actores y yo mismo detrás de cada pase en Renoir ¿Desgasta?, ¿Es exigente? Bastante, pero, ¿había otra opción que no fuera un auto engaño?
– Como periodista y también guionista, director y productor, ¿como crees que se le podrían abrir las puertas a decenas de jóvenes cortometrajistas que han demostrado de sobra su valía para dar el salto el largometraje?, ¿les recomendarías que, al igual que tú, cogieran el toro por los cuernos, y se atrevieran a autoproducir su primera película?
– Recomendar ese acto kamikaze sería un acto de irresponsabilidad por mi parte (risas). Lo único de lo que me siento capaz es de recordar que ANTES DE QUE existieran los apoyos institucionales, el arte vivía en una permanente cuerda floja… y existía a pesar de todo.
– Tu guion es una historia de suspense pero esconde muchas aristas y críticas sobre todo a la sociedad, a la prostitución, a la corrupción, al capitalismo, incluso a tus compañeros de la prensa, ¿te ha provocado esto alguna discusión o malas miradas entre tus compañeros? (risas).
– Hay compañeros entusiasmados con la propuesta que reconocen muy bien lo que se está contando. Pero sí, claro que ha generado algunas incomodidades e incluso alguna reacción virulenta, muchas de ellas canalizadas en forma de crítica revestida de sesuda verborrea pero en el fondo bastante infantiles. Hay algunas reacciones completamente legítimas, otras bastante burdas. Pero bueno, es normal, pasa siempre.
– ¿Cuáles fueron tus referentes a la hora de escribir esta historia?
– Aparte de mis experiencias personales y la de muchas personas a las que he ido entrevistando a lo largo de 5 años, he tenido algunas guías fundamentales. Estas han sido “El extraño caso de Doctor Jekyll y Mr. Hyde” de Stevenson, la literatura de Arthur Schnitzler y “Teoría King Kong” de Virginie Despentes. Esos serían los tres pilares fundamentales, creo yo.
– Como periodista y también guionista, director y productor, ¿como crees que se le podrían abrir las puertas a decenas de jóvenes cortometrajistas que han demostrado de sobra su valía para dar el salto el largometraje?, ¿les recomendarías que, al igual que tú, cogieran el toro por los cuernos, y se atrevieran a autoproducir su primera película?
– Recomendar ese acto kamikaze sería un acto de irresponsabilidad por mi parte (risas). Lo único de lo que me siento capaz es de recordar que existieran los apoyos institucionales, el arte vivía en una permanente cuerda floja… y existía a pesar de todo.
– ¿Qué opinas de que hoy día si quieres lograr buenos datos de recaudación en cines un productor sólo pueda recurrir a los grupos televisivos de Atresmedia o Mediaset?
- Parece obvio que puede tener efectos secundarios muy graves en cuanto a que, en principio, merma nuestra capacidad de hacer un cine más novedoso o arriesgado. “En principio” porque hay ocasiones en las que el autor logra expresarse dentro de los mecanismos de ese sistema.
Es lógico que empresas audiovisuales que no arriesgan en sus propios formatos o que en su parrilla no cuentan con ningún producto cultural, no sean las más dispuestas a correr riesgos en un campo minado como éste.. y yo creo que la historia del cine que nos ha hecho vibrar (americano, europeo o coreano, es lo mismo..) la mayor parte del tiempo se ha escrito gracias a que alguien estuvo dispuesto a asumir riesgos. Desde la comodidad, acabamos transmitiendo un cine “McDonald´s”: repetitivo, sin variedad de sabores… pero, claro, que generalmente no defrauda expectativas porque tampoco apuesta por sorprendernos. Mi opinión es que eso tiene su coste de cara al futuro de la industria nacional, es un poco cortoplacista: Si no entusiasmas, ya lo harán directores polacos, por ejemplo, como Pawel Pawlikowski y te robarán la merienda con todas las de la ley.
– ¿El mayor problema del cine independiente es hacerse un hueco en los cines o conseguir que el público sepa que existe su película?
- Ambas cosas son complicadísimas. Creo que ayudaría mucho una estrategia estatal firmada por todos los partidos de cara a que se mantenga durante décadas sin variación, para crear incentivos (y obligaciones por parte de algunos sectores…) a la distribución de cine español, salas específicas que lo proyecten con continuidad y focos de publicidad permanentes. Todo de cara a generar una cadena de transmisión a la que el espectador se habitúe. Podría ser una fórmula para evitar que cada película a nivel particular se vea sometida al estrés de comunicación actual. Creas el canal, te aseguras de que adquiera solidez, que la gente lo frecuente, que se familiarice con él, y luego sólo es alimentarlo de contenidos. Esto es parte del éxito del modelo francés, ni más ni menos.
– Pregunta clásica, ¿qué películas españolas has visto últimamente y recomiendas a nuestros lectores?
– A pregunta clásica, respuesta con clásicos: Buñuel y Saura (silencio) Bueno no voy a ser comodón, venga.. “Naufragio” de Pedro Aguilera y “La jungla interior” de Juan Barrero, dos películas formidables que asumían riesgos, y de las que pasaron bastante la crítica y las “instituciones” culturales… Mal hecho. Eso impide que se abran nuevos caminos.. Son excelentes las dos.