La formal Ana se encuentra a las puertas de terminar su doctorado en derecho, de un puesto de trabajo serio y del matrimonio con su novio. De pronto, descubre la existencia de una persona idéntica a ella, algo que le conducirá a un viaje en búsqueda de su propia identidad, en las antípodas de su ordenada vida.
La debutante Andrea Jaurrieta acierta con una de las piezas más sugerentes y arriesgadas del año. La doble identidad, un tema recurrente y de gran poder de fascinación en el cine, aquí supone un mero pretexto casi a modo de McGuffin para conducirnos hacia esa transformación de Ana en Nina.
Por una vez en su vida, Ana no tiene miedo a fallar, a no ser perfecta. Tampoco le importa el qué dirán. Se traslada a vivir a una vieja pensión y pronto empezará a trabajar en un club nocturno. Es en ese momento cuando la directora se deleita en el apartado visual del film, creando una sinuosa atmósfera marcada por una fuerte estética que puede evocar a Buñuel o Lynch.
Jaurrieta nos regala planos cuidados en los que juega con las texturas, las luces y las tonalidades rojas y fucsia. La película dibuja una delgada línea entre lo real y lo onírico, lo que nos lleva a cuestionarnos si lo que está viviendo la protagonista es real o se trata de una fantasía, siendo éste último otro aspecto muy interesante del filme: la sordidez o la prostitución como fantasía prohibida presente en el imaginario femenino. Al fin y al cabo, anhelar por un momento todo lo contrario a esa perfección que la sociedad exige a la mujer.
En su periplo, la protagonista se encuentra con personajes pintorescos, como la “madame” (fantástica Maria José Alfonso), el maestro de ceremonias (Fernando Albizu), el atractivo cliente (Álvaro Ogalla) o, muy especialmente, la casera, interpretada por una deslumbrante Mona Martínez, sin duda uno de los mejores trabajos secundarios del año.
Quizá llega un punto en el que la evolución de Ana parece estancarse, aunque nunca deja de intrigar, manteniendo una lograda tensión de suspense. Asimismo, su carácter indie impide explotar mucho más las posibilidades escénicas que ofrece el relato.
Sin duda, otro regalo que nos ofrece Ana de día es el tour de force de su protagonista, Ingrid García Jonsson. Al igual que su personaje, la actriz parece poner a prueba sus propios límites -interpretativos- y nos regala la mejor actuación de su carrera.
Puntuación: 7
Gracias. Esto es una critica
La mención de Buñuel ..¿es por Belle de jour? Es que al leer el argumento y la critica se me ha venido a la cabeza esta peli y la Deveneuve
Sí! Bueno y por lo onírico. Yo es que creo que el título es un homenaje a Belle de jour muy bien traído
Gracias
Estará nominada en Goya novel? Serían así 3 directoras. O 4 si entra Mi querida cofradía. Histórico.
Yo creo que las nominadas serán Carmen y Lola, Viaje al cuarto de una madre, Sin fin y la cuarta está más en el aire: Ana de día, Formentera Lady, Animales sin collar, Con el viento…
No veo en esa terna a Formentera lady. Me gusta la película, pero sus bazas a priori son el protagonismo de Sacristán, una auténtica leyenda viva, y que es una ópera prima humilde y correctamente hecha.
No hay más. Y con lo que compite, me parece insuficiente, aunque adore a don José.
Animales sin collar no estará, es muy floja.
Aunque he seguido el proyecto de esta peli con interés desde hace bastante tiempo, no soy tan optimista de cara a los Goya como otros usuarios. Aunque pueda merecerlo, se trata de una peli minoritaria, mucho más que las otras candidatas que se han nombrado. Todos los años (o casi) hay películas españolas independientes de gran calidad, pero nunca se meten en los Goya y ni siquiera da la impresión de que hayan sido consideradas. Me temo que Ana de día seguirá este sendero.
Pues Animales sin collar puede que se beneficie del efecto ‘nercia’ al haber sido tan bien considerada hasta su estreno, la factura, los actores, etc.. y el cierto ‘nombre’ que pueda tener su autor.
ojalá 3 mujeres nominadas, pero veo más a Mi querida cofradía, no sé. Quien sabe, en poco más de un mes lo sabremos.