Ayer por la tarde tuve la oportunidad de ver, en el III Festival de Cine Inédito de Mérida, la coproducción española-marroquí titulada Un novio para Yasmina.Lo primero que hay que destacar de Un novio para Yasmina es que uno de los primeros largometrajes con producción extremeña, dirigida por una directora extremeña como Irene Cardona e interpretada, entre otros, por actores extremeños.
Un novio para Yasmina triunfó en el pasado Festival de Málaga llevándose tres premios: Mejor película, Premio del público y Mejor actriz para María Luisa Borruel. También obtuvo el Premio del público en el pasado Eestival de Cine de Montpellier.
La historia de Un novio para Yasmina es una tragicomedia que tiene como telón de fondo los problemas de los sin papeles, en esta caso marroquíes, que llegan a España para trabajar por cuatro duros luchando por conseguir sus papeles.
La historia principal trata sobre una joven y guapa marroquí, Yasmina, que vino a España con su hermano para estudiar Filología pero al no tener papeles no se puedo matricular en la facultad. Con este problema, le propone a su novio (policía) que se case con ella pero éste al ver la reacción de su familia, que piensan que Yasmina sólo busca tener papeles, rechaza tal propósito.
Yasmina se queda sin novio y sin techo, pues su hermano también la hecha de casa, teniendo que recurrir a una compañera de una Asociación de acogida de inmigrantes que le permite vivir durante un tiempo con ella y su marido. Ambas partes de este matrimonio, dando lugar a varias escenas cómicas, le buscan un hombre para que se case con Yasmina y pueda quedarse en España para estudiar y acceder a un buen trabajo.
Resumiendo, la película, en sus 92 minutos, mantiene un buen ritmo y tiene varias escenas cómica que permiten al espectador pasar un rato muy ameno.
Irene Cardona, también guionista de la película, desarrolla un guión donde prima más la comicidad que el drama, lo cual resulta gratificante y permite a su vez mostrar también los problemas de los inmigrantes en nuestra sociedad.
Por criticar también podríamos decir que el final happy end no era necesario pero, como habitualmente se hace, es un recurso habitual en la gran mayoría de películas.
Pero siendo una buena película adolece, como la gran mayoría de nuestro cine, del problema del marketing del cine español donde nuestras películas se estrenan en muy pocas salas y por poco tiempo, no dando lugar al efecto boca a boca, hundiéndose en la taquilla y estrenando películas, semana tras semana, que nadie verá.
