Casi recién acabada la Semana Santa llega a nuestras salas Mi querida cofradía, una comedia dirigida por Marta Díaz en la que un pueblo de Málaga y el sentimiento cofrade se convierten en protagonistas de la mano de caras conocidas de nuestro cine y, sobre todo, nuestras series como Gloria Muñoz (La otra mirada, Gran Reserva), Pepa Aniorte (Servir y Proteger, Águila Roja) o Juan Gea (El ministerio del tiempo). La película, además, ha sido desarrollada dentro del programa Ópera Prima y cuenta con un equipo técnico integrado principalmente por graduados en la ESCAC.

La película resulta bastante conservadora, aunque efectiva, en el apartado técnico y en la elección de la banda sonora, y es principalmente su guion y su humor sencillo lo que nos hace querer saber cómo va a acabar la historia. La denuncia del machismo en el sector eclesiástico y cofrade es el eje de un guion que usa el humor para hacer llegar un mensaje claro: que es muy difícil querer ser algo si nunca lo has visto antes.

Los personajes, bien definidos, consiguen meternos en la historia y desear un final feliz para el enredo en el que Carmen (Gloria Muñoz) se meterá y meterá a sus allegados a lo largo del film. Cuenta con unos gags bien hilados y resueltos (mención especial merecen el Vía Crucis paralelo de Carmen y sus allegadas, el running gag culinario o el encuentro entre el alcalde y el Subdelegado Provincial), aunque el humor resulta en ocasiones demasiado blanco, poco arriesgado, dando como resultado una cinta que podría haber ido más allá.

Lo que sí resulta algo forzada es la historia de amor introducida en la segunda mitad de la película, ya que tampoco resulta determinante, por no decir que es irrelevante, de cara a la conclusión del film. Destaca, por el contrario, el papel de secundarios como Manuel Morón y, especialmente, Carmen Flores, con un merecido premio a Mejor Actriz de Reparto en el pasado Festival de Málaga.
En definitiva, una película simpática y divertida, perfecta para desconectar y pasarlo bien.

Nota: 7

Laura Enríquez Madero