Hoy entrevistamos a Carlo D’Ursi, actor y productor (“Hielo”, “La memoria del agua”, “Jefe”), el cual está recibiendo numerosos premios con su primer cortometraje como director titulado “Tabib” que es uno de los cortos nominados a los Premios José María Forqué.
– Desde esta web llevamos mucho tiempo siguiendo tu trabajo en el campo de la interpretación y de la producción pero, ¿qué te impulsó definitivamente a ponerte detrás de las cámaras?
– Todo ocurrió el 29 de abril de 2016, hubo un titular que me impactó y me dejó despierto hasta el amanecer: “muere el último pediatra de Aleppo”. En mi cabeza resonó y resonó toda la noche como si fuera “muere la última esperanza para el pueblo de Aleppo”. Ante ello decidí contar una historia que denunciara esta dramática situación, pero que también ahondara en el lado humano del hombre detrás del héroe. Sentí esta necesidad de manera tan visceral que decidí estrenarme como director, reuniendo la experiencia adquirida en los últimos 15 años como productor en mi empresa Potenza Producciones y la de actor. Decidí abordar la dirección desde una historia sin diálogos, donde no tuviera más recursos que la historia en sí misma.
– Para contar esta dura historia has usado imágenes reales de la guerra de Siria, ¿no?
– El cortometraje, a diferencia de los largometrajes destinados a las salas comerciales, regalan una libertad artística mucho más amplia. Por ello he decidido crear un híbrido entre los dos formatos y finalmente se ha revelado una ventaja, pues ha permitido ubicar el espectador muy rápidamente en un lugar y momento determinado, para catapultarle en el delirio y el horror que representa una guerra. Las imágenes son originales del hospital Al Quds de Alepo del día del atentado. Cinematograficamente hablando, el uso de un ritmo frenetico a la hora de contar la intervención, en contraste con la calma aparente con la que el médico se dirigía inconsapevole hacía la muerte, han sido elementos muy importantes para construir el relato.
– ¿Cómo fue el proceso de elección de actores? Ahora mismo no veo a otro actor como Josean Bengoetxea para interpretar a este personaje porque realiza un gran trabajo.
– Yo tampoco veía a nadie más que el y sigo viendo a Josean como el actor perfecto. Fui directo a hablar con él, conocía personalmente a su representante Marco Gadei, le mandé el guión y la misma tarde me contestó con mucho entusiasmo. Josean es un gran actor, un gran profesional y una persona honesta y transparente: por eso decidí contar con él para la película que rodamos recientemente titulada “Jefe”.
– ¿Qué hiciste cuando te enteraste que tu corto estaba entre los finalistas a los Premios José María Forqué? Lo próximo será intentar estar en los Goya, ¿no?
– Fue una mezcla de muchos sentimientos. Jubilo, satisfacción, entusiasmo, agradecimiento a todos los que hicieron posible este proyecto y a todos las destacadas personalidades del cine español que lo han votado. Y al mismo tiempo mucha, mucha responsabilidad: ser votado como uno de los mejores tres cortometrajes del año según la Industria española es algo que abruma. Ahora mismo no puedo pensar en nada más que en los Forque, de los Goya hablaremos a su debido tiempo. Y también fue una gran sorpresa: estaba en mi casa a punto de salir para ir a la productora a trabajar, y mi telefono empezó a vibrar descontroladamente. Pasé momentos de auténtico pánico, porque solo podía leer “enhorabuena” en la pantalla pero al ser algo antiguo, mi movil se bloqueaba y no me dejaba abrir el navegador para mirar a que se referían. Finalmente después de unos minutos eternos pude acceder al twitter de los Premios Forqué y allí estaba Tabib, nominado a mejor cortometraje 2018. Una de las primeras llamadas fue al Comité Internacional de la Cruz Roja, con los que he firmado un acuerdo para promover la campaña en contra de los ataques a personal médico dentro del programa Health Care in Danger, con el #nosonunobjetivo.
– Sin duda, has debutado en el mundo de la dirección con gran fortuna porque “TABIB” no para de ser seleccionado en numerosos festivales e internacionales y de ganar premios, el último al mejor corto de ficción en el Festival de Cine de Zaragoza.
– Todo ha sido muy rápido: Marvin&Waine ha hecho un trabajo excelente. El primer envío fue a Medina del Campo y fue un si. Casi al mismo tiempo Malaga, y siguieron Alfas del Pi, Elche, Madrid con el Premio Telemadrid, entre muchos otros. Al mismo tiempo la distribuidora italiana Premiere adquirió los derechos nacionales y empezó una lluvia de premios. Sin embargo el primer movimiento telúrico vino de Bilbao, donde ganamos el Premio Unicef en Zinebi. Inmediatamente después ganamos el Premio a Mejor Cortometraje en Zaragoza. Parece que fue algo premonitorio, porque una semana después llegó la nominación a los Forque, que curiosamente se celebrarán en Zaragoza.
– ¿Qué otros proyectos como productor tienes en la agenda?
– En Junio iremos a rodar al desierto de Atacama “Fusileros”, una coproducción con Chile y Argentina, adaptación del libro con el mismo nombre, en la que participo también como actor. Trata la historia del grupo armado que estuvo a punto de terminar con la dictadura de Pinochet en Chile. Desafortunadamente ya sabemos como termina la historia…¿spoiler?
– Para terminar, ¿para cuándo tu salto definitivo como director de un largometraje?
– Mi exploración en el mundo de la dirección no tiene fechas ni planes concretos. Han pasado cosas bastante impresionantes durante la promoción de TABIB en Estados Unidos, y el país que me vio nacer está siendo muy generoso en cuanto a premios y reconocimientos. Dejaré que las fichas vayan cayendo por sí solas, cosa bien rara en mí, quien me conoce sabe que en todos los demás campos de mi vida soy una persona hiperactiva. Trabajo en cine porque me hace feliz, porque no sé hacer otra cosa, porque no puedo parar de involucrarme en proyectos, porque me hace mejor persona, porque me permite conocer mundo….y una infinidad de razones más. Voy a seguir creando o promoviendo creaciones ajenas, me toque donde me toque, y seré feliz. Mientras tanto intentaré sacarme el curso de maestro paellero para ser el primer italiano con esta especialidad y conseguir entrar a Masterchef.