El Festival de Cine de Europeo de Sevilla sigue consolidándose como una de las grandes referencias cinematográficas de nuestro país, a pesar de su corta historia -qué tiemblen los festivales de Gijón y Valladolid-, y en su 14º edición se han proyectado 214 títulos: 132 largos, y 82 cortometrajes. En las principales secciones competitivas pueden contarse hasta 29 primeros largometrajes (óperas primas), lo que demuestra el compromiso del festival con los nuevos talentos del cine europeo y español.
Destacados autores de la cinematografía europea deciden estrenar sus obras en el marco del Festival de Sevilla. Este año, contando solo los largometrajes, han sido 24 estrenos mundiales, 1 premier internacional y 78 premieres españolas. Por otra parte, en el festival se han visto representadas cinematografías de 40 países.
La sección Resistencias ha contado un año más con el respaldo de los cineastas al programar 10 estrenos mundiales pese a que las bases del festival requieren tan solo premier española, lo que implica la preferencia de los autores por presentar sus obras en el Festival de Sevilla frente a otras muestras.
También han sido 10 los estrenos mundiales entre las películas andaluzas presentes en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, dato que confirma el creciente interés de los cineastas andaluces por estrenar sus trabajos en Sevilla. Más allá de la sección Panorama Andaluz, los cineastas andaluces se han integrado entre las distintas secciones del festival: en la Sección Oficial a concurso (El Mar nos mira de Lejos de Manuel Muñoz Rivas), en Resistencias (Las Cosas de Carlos Rivero, Se abrirá la Tierra de Alonso Valbuena y La isla de Miguel Rodríguez), entre los pases especiales (El Autor de Manuel Martín Cuenca; Oro de Agustín Díaz Yanes; Las heridas del viento de Juan Carlos Rubio; Ruibal, por libre de César Martínez Herrada; Los Gigantes no existen de Chema Rodríguez; Fogueo de David Sainz; Murillo, el último viaje de José Manuel Gómez Vida)l; y en Belmonte, título restaurado por la Filmoteca de Andalucía.
En 2017, con 75.238 espectadores en sala, la cita supera los 70.704 alcanzados en 2016 y se convierte en el mejor registro del festival andaluz. El incremento en un 6,41% de público del festival es una constante que puede observarse año a año de forma progresiva, certificándose un aumento del 32% con respecto a la edición de 2012 y creciendo en los dos últimos años en más de 10.000 espectadores. Como consecuencia del aumento de espectadores, el festival consolida la subida de recaudación de 2016 llegando a los 121.500 euros. En cuanto a la venta de abonos, el festival continúa con la línea de crecimiento iniciada en 2016 respecto al año anterior, superando los 2000 abonos vendidos, un 12,11% más que en 2016 y un 25% respecto a 2015 lo que indica que el público está cambiando paulatinamente su modo de consumir el festival asistiendo a una media mayor de proyecciones. En este sentido es necesario destacar que la venta de abono senior se ha incrementado en un 15,33% y que el abono joven, cuya venta se había estancado en las pasadas ediciones, ha vuelto a subir respecto a la pasada edición en más de un 13%, algo que ratifica la labor del festival que ha intensificado en 2017 las acciones de mediación con el público universitario.
Algunos festivales “en alza” hinchan las cifras demasiado. No estaría de más hacer algún día un estudio sobre el tema. De hecho, algunos festivales que conozco desde hace años han llegado a un punto en que se ven obligados a seguir hinchando esa cifra para no parecer estancados.. y ¡han superado el aforo de todas sus sesiones!. Pero claro, ningún periodista local se pregunta eso y lo comprueba. Sólo buscan un titular.
La burbuja de los festivales en nuestro país debería estallar cuanto antes, por el propio bien de los festivales que sí son valiosos.
Valladolid ha anunciado también un aumeto de sus cifras, y supuestamente el de Gijón ha batido su record de espectadores a pesar de los problemas de salas (anunciaran sus datos en breve).
Lo que dice Don Rigoberto es una cuestión que siempre me planteo, aunque estas cosas deberían ser cada vez más fáciles de controlar.
En Sevilla tuve la impresión de que el nivel de público era similar al año anterior, y en realidad si se miran los datos desglosados podemos ver cómo las secciones principales más o menos han repetido resultados.
El potencial de crecimiento ya es limitado, creo. Pero no deja de ser un festival muy consolidado en cuanto a público y con una excelente línea de programación. Si puedo volveré el año que viene.