El hecho de que un cineasta trate de adentrarse en una época histórica de manera algo diferente y con un toque de originalidad es algo que el espectador agradece. Este es el caso de “La higuera de los bastardos” que cuenta como en el momento de estar justo acabando la guerra, un falangista, Rogelio (Karra Elejalde), hipnotizado por la mirada de un niño, hijo de una de sus víctimas, abandona a los suyos, convencido de que para salvar su vida debe cuidar un hijuelo de higuera que el niño planta sobre la tumba que ha excavado con sus propias manos. Cipriana (Pepa Aniorte) y su Virgen del Carmen, las rosquillas y los supuestos poderes de curación convierten a Rogelio en centro de peregrinación, para desesperación de sus camaradas, que ven con pavor cómo la higuera crece entre la multitud. Para colmo, un recién nombrado nuevo alcalde decide que es bueno para el turismo y debe ser protegido y promocionado. Ermo (Carlos Areces), el chivato, acecha, convencido que bajo la Higuera se esconde un tesoro.
“La higuera de los bastardos” mezcla el realismo con magia, el drama y el humor y logra contarnos una buena historia ambientada en la guerra civil. La narración peca tal vez en ciertos momentos de falta de ritmo y abusa de unos tonos demasiado oscuros, que aunque en cierto modo necesarios, pueden terminar por colapsar al espectador.
Lo más destacable y que quedará en la retina del que visiualice esta película es el gran y acertadísimo elenco de actores del que la directora Ana Murugarren ha decidido rodearse. Lo mejor sin duda de “La higuera de los bastardos” son Karra Elejalde y Carlos Areces, destacando ante todo al primero. El actor de films como “También la lluvia” u “Ocho apellidos vascos” vuelve a confirmar que es uno de los grandes actores que sabe meterse en papeles de todo tipo y que convence en cada uno de los personajes de sus diferentes películas. No es fácil combinar un personaje dramático y cómico a la vez en una película arriesgada y distinta. Karra Elejalde es claramente un todoterreno y no hay papel que no pueda interpretar. El resto de actores también son un gran acierto destacando no sólo a un enorme Carlos Areces sino también a Pepa Aniorte denotando fuerza y eficacia en su papel y haciendo disfrutar al espectador en cada una de sus escenas.
“La higuera de los bastardos” es una película entretenida y sobre todo interesante, aunque a veces decaiga su ritmo. Sin embargo no podemos hacer otra cosa que recomendarla al estar ante una obra con muchos ingredientes que atrapará a los espectadores. Y no nos confundamos: no estamos de nuevo ante otra historia de la guerra civil, sino ante una hermosa narración que tiene como telón de fondo aquellas y que resulta un soplo de aire fresco en nuestro cine.
Nota: 6,5
Gabriela Rubio