CRÍTICA A LAS 13 ROSAS: LA SEGUNDA PARTE DEL METRAJE POCO CREÍBLE

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Ayer me preparé para ver una película española que estaba deseando ver y que fue la tercera más vista del cine español el año pasado y que es Las 13 rosas, dirigida por Emilio Martínez Lázaro.

Pues bien, como suele pasar cuando tienes grandes expectativas ante algo, me decepcionó. La película, con tantos personajes en la historia, deja personajes poco dibujados como, por ejemplo, el de Fran Perea que no se sabe bien por qué hace lo que hace y el de Perico (Félix Gómez), novio del personaje interpretado por Verónica Sánchez, que no sabemos si es un caradura que se disfraza de soldado ni cómo lo consigue ni por qué lo hace.

Aparte de esto, si dividimos la película en dos partes; la primera hasta que son todos metidos en prisión nos presenta una historia bien construida y trabajada pero, la segunda, cuando están en la cárcel se presenta poco creíble.

Cómo es posible que en un cárcel llena de miles de mujeres no haya soldados defendiéndola y, encima, las pocas carceleras que hay ponen orden sin tener armas con las que defenderse.

Además, el grupo de las chicas cuando están en la cárcel parece que están en un colegio interno en vez de presas haciendo chiquilladas, riéndose y pasándoselo bien burlándose de las carceleras y del cura.

También, destaco en mi crítica a las 13 rosas, el increíble reparto de jóvenes actrices que tiene desde Marta Etura a Verónica Sánchez.

En fin, por lo menos con esta película, no se olvida la historia de estas chicas ni las de miles de hombres, mujeres y niños que vivieron este destino sólo por pensar de otra manera.

4 thoughts on “CRÍTICA A LAS 13 ROSAS: LA SEGUNDA PARTE DEL METRAJE POCO CREÍBLE”

  1. No tiene nada de increible esta película. Todo el que conozca algo de la situación en la posguerra, sabe que generalmente las cárceles estaban vigiladas por falangistas, así como falangistas y monjas eran las carceleras. Principalmente en las cárceles de mujeres como estas. En cuanto a la conducta de las reclusas, hay que tener en cuenta la extrema juventud de las presas y que casi nadie se creía que fueran a terminar asesinadas. Por último, es cierto que el personaje de Fran Perea queda algo desdibujado, pero es que es un compendio de otros personajes que sí existieron realmente y que acuaron de la forma que actúa Fran Perea por miedo, después de haber pasado por increíbles torturas, tanto físicas como psicológicas. Y es que no todos pueden ser héroes.

  2. Lo cortés no quita lo valiente. El realizador de la película es flojito, pero los hechos fueron terribles.

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